Después de que la Cámara de Diputados recibió -y publicó en la Gaceta Parlmentaria- la iniciativa de reforma electoral, elaborada por el Ejecutivo, el PRI señaló que los partidos de oposición votarán en contra.
“En los términos en los que ha sido planteada, no obtendrá los votos de los legisladores del tricolor ni de la coalición Va por México (integrada además por PAN y PRD)”, se indica en un comunicado emitido a nombre del Presidente del PRI, Alejandro Moreno.
Afirmó que no le ven “nada positivo” a la iniciativa, sino “un intento por debilitar la democracia en México”.
Por tanto, descartó la posibilidad de ir a un periodo extraordinario en el Congreso para ese tema, y dijo que podría ser analizada hasta el siguiente periodo ordinario (que inicia en septiembre).
En su consideración, “la reforma no aporta nada para el fortalecimiento democrático; sino al contrario, representa un enorme peligro de desaparecer el régimen democrático. Por ello, “está destinada al fracaso”.
Reiteró lo dicho en redes sociales en el sentido que “el gobierno y Morena pretenden tener un distractor de los problemas nacionales que preocupan a las familias mexicanas, como el encarecimiento de la canasta básica, la inseguridad y la crisis de salud por la falta de medicamentos”.
Moreno expuso que la iniciativa no impulsa la fortaleza y la autonomía del Instituto Nacional Electoral (INE) para seguir garantizando elecciones limpias, transparentes y equitativas, ni atiende preocupaciones sociales.
Ponderó al INE y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación como autoridades de primer nivel, imparciales y eficaces.
“No le vemos nada positivo. Vemos una bandera electoral más; querer construir una narrativa, porque, aparte, esta iniciativa de reforma atenta contra el sistema de partidos, contra la representación en el Poder Legislativo, y para nada alienta la participación real, comprometida de los ciudadanos. Es querer darle más poder al poder, desde el poder”.
Repitió también que desde el gobierno se impulsa una campaña de odio hacia la oposición, pero que no los van a “amedrentar ni a doblar”.
Fuente: La Jornada