Okinawa se levanta contra bases de EU

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Decenas de miles de personas en la isla japonesa de Okinawa protestaron el domingo contra la presencia en la zona de varias bases del ejército de Estados Unidos y muchos de los manifestantes usaron prendas negras en señal de duelo por la violación y asesinato de una mujer de la zona a manos, supuestamente, de un contratista y exmarine estadounidense.

okinawa 2Los manifestantes pidieron la revisión del acuerdo de seguridad entre Estados Unidos y Japón, que fija que el grueso de las tropas de Washington en el país estén estacionadas en Okinawa. También cuestionaron un plan para reubicar la base aérea de la Armada estadounidense a una zona menos poblada de Okinawa. Ese plan de reubicación se desarrolló tras la indignación de la gente luego de que tres soldados estadounidenses violaron a una niña en 1995.

El asesinato de la mujer, que estuvo desaparecida durante semanas y cuyo cuerpo apareció el mes pasado, provocó indignación en Okinawa, donde las tensiones relacionadas con delitos vinculados a soldados estadounidenses suelen reactivarse cada cierto tiempo. El contratista y exmarine fue detenido el pasado 19 de mayo como sospechoso de haber abandonado el cuerpo de la víctima, pero no ha sido acusado por su muerte.

El gobernador de Okinawa, Takeshi Onaga, dijo a la multitud congregada el domingo en la capital de Okinawa, Naha, que quería pedir disculpas a las mujeres por la falta de protección hacia ellas, incluso tras lo sucedido en 1995.

“Habíamos prometido que nunca se repetiría un incidente de ese tipo”, dijo. “No he podido cambiar el sistema político para evitarlo. Ese es mi mayor pesar como político y como gobernador de Okinawa”.

Muchos de los asistentes portaban carteles pidiendo la salida de los marines de la isla y la reducción de la presencia de militares estadounidenses en Okinawa.

El gobierno del primer ministro, Shinzo Abe, está detrás del acuerdo de seguridad alcanzado con Estados Unidos y quiere que Japón adquiera más protagonismo militar a nivel internacional, pero los asistentes a la protesta se mostraron a favor de un Japón más orientado a la paz.

“Así no es como queremos que sea el país”, dijo el estudiante universitario Jinshiro Motoyama. “Queremos las bases fuera”.

De cuando en cuando, el ejército estadounidense intenta apaciguar los ánimos en Okinawa. Señala que la tasa de criminalidad entre sus soldados es menor que en el conjunto de la población.

Este mes, la Marina de Estados Unidos impuso la prohibición de beber alcohol luego de que uno de sus soldados fuera detenido bajo la sospecha de conducir ebrio en Okinawa, tras manejar en dirección contraria en una autovía, chocar contra dos autos e hiriendo a dos personas. La restricción se alivió recientemente.

El mes pasado, el teniente general Lawrence Nicholson, comandante de las Fuerzas de la Marina en Japón, destacó la importancia de la alianza bilateral.

“Por favor, no permitan que este terrible acto de violencia abra una brecha entre nuestras dos comunidades”, dijo a periodistas en Okinawa tras la muerte de la mujer. “Puede haber asuntos en los que no estemos de acuerdo, pero debemos continuar hablando. Mantengamos las líneas de comunicación abiertas”.

Pero Jeff Kingston, profesor de historia de Asia en la Temple University de Tokio, dijo que es probable que continúe el resentimiento por la presencia de las bases en Okinawa, agregando que cree que el proyecto de reubicación de las instalaciones puede sufrir demoras.

Fuente: AP

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