Obama y Romney, debaten economía

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El primer enfrentamiento entre los candidatos presidenciales de estado Unidos estará básicamente enfocado en el aspecto económico. Se estima que el debate será visto por 50 millones de personas. Hilo Directo dispondrá de una transmisión en vivo y en español.

Los candidatos a la presidencia de Estados Unidos, el demócrata Barack Obama y el republicano Mitt Romney, se enfrentarán esta noche cara a cara en el primero de los tres debates presidenciales programados antes de las elecciones del 6 de noviembre, centrado en la política interna.

Según la Comisión de Debates Presidenciales, este primer debate en Denver (Colorado) será de 90 minutos y estará dividido en seis segmentos de 15 minutos cada uno.

Los tres primeros estarán dedicados exclusivamente a la economía, mientras que cada uno de los restantes abarcará la sanidad, el papel del Gobierno en la sociedad y la gobernabilidad.

Obama insiste en que heredó un desastre económico y que requerirá un segundo mandato para lograr la plena recuperación económica, mientras la creciente deuda nacional alcanza ahora los 16 billones de dólares.

En septiembre del 2011, Obama presentó ante el Congreso un plan de estímulo de 447.000 millones de dólares para la creación de empleos, que incluyó recortes de impuestos en la nómina y en los negocios, y nuevas inversiones para la infraestructura, educación y capacitación laboral. El Congreso solo aprobó parte de ese plan.

Romney se ha apoyado en su trayectoria como gobernador de Massachusetts y como líder empresarial durante 25 años, y asegura que sabe cómo arreglar y capitanear la economía. Como parte de su plan de 59 puntos, Romney ha prometido crear 12 millones de nuevos empleos y revocar la ley Dodd-Frank que impuso mayores regulaciones a Wall Street. En aras de la austeridad fiscal, ha dicho que comenzará a trabajar en recortes presupuestarios de hasta 500.000 millones de dólares al año para finales de su primer mandato.

En cuanto recortes tributarios, la campaña de Obama ofrece un ambicioso plan que prorroga más allá del 2012 los recortes de impuestos aprobados durante la presidencia de George W. Bush para la gente pobre y la clase media, y los aumenta para familias que perciben ingresos superiores a los 250.000 dólares anuales.

Romney apoya recortar las tasas impositivas en un 20 por ciento y hacer permanentes los recortes de Bush.

Hacen rounds de sombra

Este martes la campaña estuvo tranquila, ya que ambos candidatos dedicaron la jornada a estudiar para su primer debate de este miércoles, en el que el republicano Mitt Romney, ahora rezagado, tratará de cambiar el rumbo de su campaña.

El presidente Barack Obama se reunió con sus principales asesores en un centro vacacional en el desierto de Nevada.

Por su parte, Romney practicó varias preguntas y respuestas en Massachusetts antes de ir a Colorado, sede del primer debate y uno de los pocos estados que serán definitivos en las elecciones del 6 de noviembre.

Cuando se sitúen frente a sus respectivos atriles en la Universidad de Denver (Colorado), Obama y Romney aspirarán a tener la suerte de John F. Kennedy en el primer debate televisado de 1960, cuando su oponente Richard Nixon le entregó en bandeja un importante impulso en las encuestas con su apariencia incómoda y su rostro sudoroso.

A lo largo de la historia, los debates presidenciales han resultado decisivos para terminar de perfilar en la mente del votante el verdadero carácter de un candidato al que normalmente ven parapetado detrás de un discurso que otros han redactado.

La espontaneidad a la que obliga el debate ha deparado momentos de esplendor a los candidatos, pero también ha magnificado sus puntos flacos hasta convertirlos en momentos claves en su carrera.

No fue hasta 16 años después de que Nixon sucumbiera ante Kennedy que otros dos candidatos se expusieron al escrutinio de los focos: en 1976, el presidente Gerald Ford retó a su rival demócrata, Jimmy Carter, a un duelo televisado, en el que una sola frase del mandatario le costó la reelección.

Cuatro años más tarde, fue Carter quien buscaba la reelección y quien se estrelló en un único debate ante un Ronald Reagan que, apoyado en su buen porte, repetía a la audiencia la misma pregunta: “¿Está usted mejor que hace cuatro años?”.

Reagan consiguió también prevalecer en su debate de 1984 contra el demócrata Walter F. Mondale, quien insistía en hacer de la edad del entonces presidente, 73 años, un obstáculo para su reelección.

El republicano George H. W. Bush llegó entonces a la Casa Blanca, pero cuatro años después tuvo que enfrentarse a la destreza política del demócrata que le desbancaría, Bill Clinton.

En un debate que incluía preguntas del público, Clinton se levantaba de su silla y se acercaba a la audiencia para hablarles, mientras Bush miraba su reloj impacientemente, supuestamente para demostrar que su rival se había excedido en su tiempo.

“Ese gesto se integró con la imagen de que tenía poco interés o paciencia con los estadounidenses que sufrían durante la recesión”, escribió ayer Julian Zelizer, profesor de Políticas en la Universidad de Princeton, en la web de la cadena CNN.

Fuente: EFE, AFP y AP

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