El presidente Barack Obama afirmó ayer que Estados Unidos “no se detiene” y que él “tampoco lo hará”, al prometer que adoptará medidas ejecutivas, que no requieren la aprobación del Congreso, para que 2014 sea “un año de acción”, porque eso es lo que la “mayoría” de los ciudadanos quiere.
Al comienzo de su discurso sobre el Estado de la Unión y con la mente puesta en las elecciones legislativas de noviembre, Obama se dirigió a los republicanos, que controlan la Cámara de los Representantes, para decirles que está “ansioso” por trabajar con el Congreso, pero advirtió que recurrirá al privilegio ejecutivo, si persisten en bloquear todas sus iniciativas, una de ellas la subida del salario mínimo.
“Tras cuatro años de crecimiento económico, los beneficios empresariales y los precios de las acciones casi nunca han sido tan altos, pero los salarios apenas se han movido y la desigualdad se ha profundizado. Demasiados estadunidenses están trabajando más que nunca sólo para sobrevivir y salir adelante “, dijo.
“Vergüenza”. Obama lanzó un guiño a las mujeres, cuando dijo que “siguen ganando 77 centavos por cada dólar que gana un hombre”.
“Eso está mal y, en el año 2014, es una vergüenza”, aseguró al anunciar que esta desigualdad, como también la resistencia del Congreso a leyes más duras para la venta de armas. “La violencia de las armas arrebatan la vida de cientos de personas cada día. Seguiré trabajando, con o sin el Congreso, para parar estas tragedias”.
“Si pudimos con la URSS…”. En su defensa de la estrategia de la diplomacia que encabeza John Kerry en Irán, declaró: “Estas negociaciones han sido difíciles y puede que no tengan éxitos, pero, si Kennedy o Reagan pudieron negociar con la URSS, entonces EU también puede hacerlo con un adversario más débil”.
Sobre la amenaza terrorista, dijo que Al Qaeda “ha echado raíces en otras partes del mundo”, como Yemen, Somalia, Mali e Irak, por lo que “tenemos que seguir trabajando para desmantelar estas redes”. Sin embargo, anunció por otro lado que ha dado órdenes para limitar ataques con drones “porque no somos más seguros si la gente en el extranjero cree que nosotros matamos a su gente sin consecuencias”.
Cerrar Guantánamo. Obama se acordó también de una vieja promesa de campaña incumplida: “Con la guerra de Afganistán tocando a su fin, éste tiene que ser el año en que el Congreso levante las restricciones restantes para las transferencias de prisioneros y para que cerremos la prisión de la Bahía de Guantánamo”, dijo.
Promesa incumplida
Pidió reforma migratoria, pero esta vez no habló de ciudadanía
El presidente Obama dedicó apenas dos minutos para urgir al Congreso a que apruebe “este año” otra vieja promesa electoral: la reforma migratoria.
“Si nos tomamos en serio el crecimiento económico, es el momento de arreglar nuestro sistema de inmigración”, dijo Obama.
“Los republicanos y demócratas del Senado han actuado. Sé que los miembros de ambos partidos en la Cámara de Representantes quieren hacer lo mismo. Procedamos a aprobar la reforma este año”, apremió Obama en su alocución más importante del año.
La mención a la reforma migratoria, aunque fue escueta, desató una fuerte ovación y puso en pie a numerosas personas del pleno del Congreso, donde aplaudió incluso el líder de la mayoría republicana en la Cámara de Representantes, Eric Cantor.
El demócrata, que prometió una reforma migratoria en 2009 nada más llegar a la Casa Blanca, insistió en otras ocasiones en que “no tiene sentido” modificar el sistema actual si no se incluye una vía para que millones de indocumentados logren la ciudadanía. Sin embargo, ayer evitó mencionar ese controvertido punto en su solemne discurso ante las dos Cámaras.