Por Epigmenio Ibarra
La guerra psicológica tiene como objetivo sembrar la confusión en el campo enemigo. Eso dicen los manuales. La realidad suele ser muy distinta; con frecuencia es entre las propias fuerzas de quien lanza esa ofensiva donde se produce la mayor confusión; la desinformación, las mentiras que se esparcen, más que dañar al otro terminan volviéndose dogmas que hacen al emisor errar el golpe. En la historia abundan los ejemplos de estrategas que se creyeron sus propias mentiras. Esto mismo le pasa en México a ese coro casi uniforme de columnistas, comentaristas de radio y tv, y analistas políticos empeñados —muchos de ellos desde hace casi 20 años— en destruir a Andrés Manuel López Obrador, por quien sienten un desprecio y una animadversión que raya en lo patológico.
Comparto “No entienden que no entienden”.
Las grandes figuras de los “medios”(salvo honrosas excepciones)crearon mitos para destruir a AMLO. Se creyeron sus mentiras. No son parte dla estrategia;son la estrategia del viejo régimen
Pido a Uds ver y dar RTpic.twitter.com/nK0NvUxLPB— epigmenio ibarra (@epigmenioibarra) May 27, 2020
Fuente: @epigmenioibarra