Muere Tom Wolfe, ícono del ‘nuevo periodismo’

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El escritor, periodista, ensayista, reportero y guionista Tom Wolfe, padre del “Nuevo periodismo”, murió a los 87 años.

Tom Wolfe

De acuerdo con el New York Times, su representante confirmó la muerte y señaló que el autor había sido hospitalizado por una infección.

Desde la década de 1960, el delgado escritor de rostro eternamente juvenil famoso por sus impecables trajes de tres piezas y camisas de cuello blanco almidonado innovó al utilizar técnicas de la novela en sus artículos periodísticos, contribuyendo a crear la corriente conocida como “nuevo periodismo”.

A lo largo de su carrera escribió cuatro novelas largas, numerosos cuentos, poesía, obras dramáticas y fragmentos de novela. Entre sus obras más destacadas se encuentran La hoguera de las vanidadesThe right stuff Todo un hombre.

Wolfe, autor también de Todo un hombre, era un devoto del realismo, que cultivó en tres novelas faraónicas que superaron las 600 páginas. Para el escritor y periodista, había cuatro premisas básicas para hacer más vívido un relato realista: “Construir el texto escena a escena como en una novela; usar la mayor cantidad de diálogo posible; concentrarse en los detalles para definir a los personajes y adoptar un punto de vista para relatar la historia”.

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Famoso desde la década de los sesenta por sus impecables trajes de tres piezas y camisas de cuello blanco almidonado, Wolfe tenía incontables anécdotas de algunos de sus famosos reportajes, como el retrato de Cassius Clay, más conocido como Muhammad Ali. “Compartí cinco días con él y contestó a todo, a nada. La diferencia la hicieron los detalles: las conversaciones de su corte de acompañantes, los aduladores, la noche en que desapareció de un club nocturno y nos dejó con una cuenta sideral para pagar…”.

Preguntado en una entrevista con este diario en 2014 sobre los efectos negativos que tuvo el Nuevo Periodismo en la profesión, Wolfe dijo: “El abuso de la primera persona del singular. Un fallo que yo mismo he cometido. Mi primer texto, El coqueto, aerodinámico rocanrolcolor caramelo de ron [Tusquets], sobre la cultura automovilística en California, lo empecé escribiendo: ‘La primera vez que vi coches personalizados…’. A menos que seas una parte de la trama, creo que es un error escribir en primera persona”.

La obra más conocida de Wolfe es, quizás, La hoguera de las vanidades, la que aún se considera la gran novela de Nueva York. Salió a la venta en el otoño de 1987, el año del lunes negro de Wall Street, la época en que los homicidios se contaban por miles, la discoteca Studio 54 vivía su declive y Donald Trump, ya dueño de su torre de la Quinta Avenida, estaba construyendo su imperio de casinos en Atlantic City. El debut en la ficción de Tom Wolfe narraba la historia de McCoy, un joven y triunfador vendedor de bonos que una noche se pierde junto a su amante por el South Bronx, atropellan a un negro y huyen. A partir de ahí, empieza su caída libre y, en paralelo a ella, Wolfe retrata todo el submundo de la ciudad. El libro sentó mal, se regodeaba en los tópicos sobre negros y blancos y se burlaba de todo: la tensión racial, el dinero y las miserias políticas. “Tom Wolfe no deja prisioneros en su comedia”, decía la crítica de The New York Times, escrita por Christopher Lehmann-Haupt.

 

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