Cómo los estudiantes indocumentados de los Estados Unidos cambiaron la estrategia, se reagruparon y obtuvieron una victoria histórica.
Por Paulina González/ II y última parte
La fallida votación en el Senado de diciembre de 2010 podría haber significado el final de los esfuerzos para detener la deportación de estudiantes indocumentados en los Estados Unidos. Esto, sin lugar a dudas, se sintió como un golpe devastador para el movimiento. Las lágrimas fluyeron; y en los medios sociales y manifestaciones en todo el país se desató la ira, la frustración y la angustia. “Después de la votación en el Senado, hubo una reunión en el Centro Laboral de UCLA. Tomamos las calles en señal de protesta, unidad, fortaleza y solidaridad. Abrazamos el dolor de todos al perder la campaña y la oportunidad”, dijo Carlos Amador, uno de los organizadores.
Sin papeles, sin miedo y sin vergüenza. DR 2011 Pocho1 Visual Movement. |
Neidi Domínguez, indocumentada graduada de la Universidad de California en Santa Cruz y que aspira ser abogada, comenzó a investigar las posibilidades del camino a seguir. Junto con otros organizadores del Movimiento Dream, evaluó la derrota de la LeyDREAM en 2010. Tomaron nota del hecho de que a pesar de que el Partido Republicano fue la oposición más directa a la LeyDREAM, y que el presidente la apoyó públicamente, los senadores demócratas les habían fallado. Al final, el movimiento no logró que se aprobara la Ley DREAM porque cinco senadores demócratas votaron en contra.
Juntos evaluaron la estrategia que habían trabajado, y cuidadosamente evaluaron las lecciones aprendidas de los errores con el fin de desarrollar una nueva estrategia. “El no conseguir los votos demócratas que se necesitaban en el Senado, fue un momento de transformación para nosotros y fue cuando decidimos orientar el objetivo al presidente y los demócratas en la próxima estrategia”, dijo la miembro del Equipo de Ensueño Los Angeles, Neidi Domínguez. “El presidente Obama había apoyado públicamente la Ley DREAM, y ahora vamos a hacer que cumpla su promesa”, dijo.
Evitando el Congreso: directamente al escritorio del Presidente
Pronto comenzaron a explorar una estrategia que evitara el amargamente dividido Congreso, y desviara la atención a una demanda que el Presidente podría abordar por su cuenta.
El Equipo Ensueño de Los Ángeles pronto se unió detrás de la idea de una Orden Ejecutiva que concediera las garantías administrativas para jóvenes que viven ilegalmente en el país. De esta manera fue que nació la campaña Derecho a Soñar. A través de la Orden Ejecutiva, la demanda incluía no sólo un alto a la deportación de jóvenes indocumentados, sino que iba más allá exigiendo que se les concediera autorización para trabajar.
La pregunta y obstáculo que tuvieron que superar más frecuentemente en la construcción de apoyo a la idea era si una Orden Ejecutiva que concediera las garantías administrativas era jurídicamente posible. Uno de los primeros partidarios de la campaña Derecho a Soñar fue el Director ejecutivo de Defensa Legal y Fondo Ejecutivo Mëxico-Americano, Tom Sáenz. Él, junto con los organizadores del Movimiento Dream, reunió a un equipo jurídico formado por abogados voluntarios. El equipo jurídico se puso a trabajar en el armado de un argumento legal que respaldara la estrategia de la organización.
Con su investigación jurídica en orden, el movimiento pasó meses en educación interna y en organizar la campaña para obtener apoyo para la nueva estrategia. Pronto tuvieron la participación de la Red Nacional Unidos Soñamos.
Entonces, el movimiento lanzó públicamente la campaña compuesta por la investigación jurídica, un equipo de expertos legales, y un plan de base para la campaña. La primera acción en apoyo de la campaña se llevó a cabo en las oficinas del fiscal de ICE en Los Ángeles en octubre de 2011. Cinco estudiantes miembros del Equipo Ensueño de Los Ángeles, del Equipo del Condado de Orange y del Equipo del valle de San Fernando, volvieron a la efectiva táctica de la acción dilema. Anunciaron que estaban “Sin papeles y Sin miedo” y llevaron a cabo una sentada pacífica para exigir que el Presidente otorgara las garantías administrativas.
El día después de la acción, se entregó una nota al director de ICE, John T. Morton, destacando la demanda de garantías administrativas y presentándole argumentación jurídica. “Ellos creen que, al igual que muchos abogados de inmigración, el mismo poder que se ejerció en la revitalización de la ‘discreción de la fiscalía’ puede ser ejercido por el gobierno en la forma de la ‘aplicación’ de garantías administrativas. Esto incluye a la autoridad del poder ejecutivo -y la responsabilidad de tomar decisiones sobre cómo interpretar y aplicar el derecho existente”, escribió Scott Daniel McVarish de las Oficinas de la Ley de Inmigración de Los Ángeles. La nota afirmaba que el gobierno de Obama tenía la autoridad legal para garantizar los permisos de trabajo y de prohibir que los estudiantes sean llevados a procesos de deportación.
Como parte de la acción de octubre de 2011 los participantes del Movimiento demandaron una conversación con la Secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano. No se les concedió esa conversación, y cuando se negaron a salir fueron arrestados portando aún sus ropas de graduación. La acción fue seguida por acciones solidarias en dos Colegios Electorales importantes para la campaña de reelección del Presidente Obama, Florida y Colorado. En este punto, ganaron la atención del Presidente y poco después, la Casa Blanca respondió a sus acciones. La Casa Blanca comunicó que creía que el Presidente no tenía la autoridad legal para conceder las demandas del Movimiento. Además, argumentaron, era políticamente imposible otorgar las garantías durante un año electoral.
Apuntando al obstáculo más importante
Además de la necesidad de ganar apoyo político para su demanda, el Movimiento Dream identificó que el argumento legal de la Casa Blanca era el primer y más importante obstáculo a superar.
Posteriormente, los organizadores pensaron en la necesidad de que el argumento legal fuera hecho por alguien más que los “sospechosos habituales”. El profesor Hiroshi Motomura, de la Facultad de Derecho de la UCLA, comenzó a recolectar firmas de profesores en derecho, incluyendo profesores de las Escuelas de Leyes de Yale y Harvard. Las firmas se plasmaban en una declaración que indicaba los precedentes legales e históricos de las garantías administrativas. La carta fue firmada en última instancia por más de 90 expertos en leyes migratorias de todo el país.
A medida que la carta iba circulando y recolectando firmas, los organizadores del Movimiento Dream enfocaron la campaña en llevar a cabo pequeñas acciones en la sede de la campaña de Obama. Los organizadores del Movimiento Dream ya se habían reunido con la Casa Blanca previamente, pero ante el creciente impulso en apoyo de la demanda de garantías administrativas, la Casa Blanca aceptó reunirse con representantes del Movimiento Dream una vez más.
Las representantes del Movimiento Neidi Domínguez, Gaby Pacheco, y Lorella Praeli, entraron a la reunión en la Casa Blanca con la carta en su bolsillo trasero. En lo que resultó ser una acción estratégica ingeniosa al utilizar los argumentos jurídicos para generar un creciente apoyo político, difundieron la carta a algunos medios de comunicación. Mientras estaban en la reunión, el diario en español La Opinión reportaba sobre la carta de los profesores de derecho.
“El primer golpe fue con la carta firmada por 94 profesores. Luego les informábamos que ya era pública a través de La Opinión”, dijo Neidi Domínguez. El golpe definitivo de los organizadores fue que esperaban una respuesta del Presidente para antes del 12 de junio. Le avisaron a la Casa Blanca que a partir de ese día, comenzarían una semana nacional de acciones en estados indecisos, incluyendo Nevada, Florida y Colorado, en apoyo de las garantías administrativas. “Creo que pensaron que estábamos locos”, dijo Neidi Domínguez.
En los días que siguieron, otros medios masivos tradicionales reportaron sobre la carta de los profesores de derecho. Dos semanas antes del plazo del 12 de junio, el New York Times reportó sobre la carta y la respuesta del gobierno de Obama diciendo que, “El principal objetivo debe estar en el Congreso, porque sólo las legislaciones que aprueben pueden proporcionarle a los estudiantes el Movimiento Dream la solución permanente, que es lo que merecen.”
A pesar de la presión de algunos grupos en defensa de los derechos de los migrantes que estaban en contra de dirigirse al presidente en un año electoral, los organizadores del Movimiento Dream continuaron sus esfuerzos en la preparación del 12 de junio. La atención de los medios fortaleció al Movimiento. En todo el país se hicieron acciones arriesgadas en apoyo a las garantías administrativas, especialmente en estados indecisos para la campaña de Obama. El impulso en apoyo de las garantías estaba creciendo rápidamente. “Fue entonces que el presidente Obama, la Casa Blanca, y su gente se dio cuenta de la campaña, ‘Oh, Dios mío, estos chicos van en serio’”, dijo Neidi Domínguez.
El 12 de junio la Casa Blanca aún no respondía y el Movimiento Dream aceleró la marcha. Se llevó a cabo una segunda ronda de sentadas en las sedes de campaña de Obama en Colorado, Nevada, Florida y otros estados indecisos. Además, el 13 de junio, a petición de los organizadores, en una carta al presidente Obama, el presidente Trumka de AFL-CIO reiteró su apoyo a la Reforma Migratoria, pero también hacia la estrategia de garantías administrativas como solución provisional. “Con la última responsabilidad de arreglar la cuestión inmigratoria en el Congreso, la Administración puede dar un paso intermedio protegiendo a la clase de individuos cuyos casos son particularmente convincentes.” Después de esbozar las opciones para las garantías administrativas disponibles para el Presidente, Trumka continuó afirmando que, “La adopción de un programa para otorgar cualquiera de estas formas de ayuda administrativa a los beneficiarios de la Ley Dream le daría una gran esperanza a la juventud de nuestra nación, y la AFL-CIO insta encarecidamente a la Administración a hacerlo de inmediato.”
El movimiento no sólo había tenido éxito en la presentación de un argumento con un amplio respaldo legal para contrarrestar las preocupaciones del Presidente, sino que el apoyo político a su demanda se incrementó.
El 15 de junio, dos días después de que las sentadas se intensificaran en los estados indecisos y después de recibir la carta Trumka, en una decisión que sorprendió incluso a los organizadores del movimiento, la administración Obama emitió una Orden Ejecutiva, otorgando a los jóvenes indocumentados las garantías administrativas. “Tenemos todo por lo que habíamos estado luchando, es como copiaras y pegaras nuestra nota y la hicieras Orden Ejecutiva”, dijo Neidi Domínguez.
La victoria duramente ganada, con sus años de preparación, fue el resultado de la organización diligente, la voluntad de adaptación, capacitación y preparación para los diferentes tipos de acciones, la planificación estratégica inteligente y creativa, y el ejercicio de la necesaria disciplina para poner en práctica una estrategia acordada con énfasis en la importancia de las pequeñas victorias en el largo camino hacia su objetivo final. Los organizadores del movimiento Dream se han comprometido a continuar su lucha, ellos saben que esta victoria representa un paso hacia la meta más grande de la ciudadanía, no sólo para los estudiantes indocumentados, sino para los millones de indocumentados que viven en los Estados Unidos. “Con esta victoria hay una gran esperanza de la posibilidad de una victoria más amplia, como la Reforma Integral Migratoria o la Ley DREAM”, el organizador Carlos Amador reflexiona sobre la victoria. “Esto es sólo el principio, esta es la prueba de que vamos a ser capaces de ganar algo más grande pronto.”
Fuente: The Narco News Bulletin