Armados con pistolas de nueve milímetros y chalecos antibalas, los policías arriban temprano en la mañana a un departamento del Bronx donde reside un joven mexicano arrestado diez veces por conducir sin licencia, que fue deportado, volvió a ingresar ilegalmente en el país y fue arrestado de nuevo por amenazar a un vecino con un machete.
Una mujer les dice que el hombre está en el restaurante en el que trabaja, en East Harlem, Manhattan. Se encaminan allí a toda prisa, haciendo sonar sirenas, y cuando llegan le piden al inmigrante que salga de la cocina y le esposan en la calle, cerca de la Segunda Avenida. Son las siete de la mañana.
Operaciones como esta son el pan de cada día para los policías de los Servicios de Inmigración y Control de Aduanas de Nueva York, ICE por sus siglas en inglés, desde que la ciudad decidió no atender el pedido de retenerlos unas 48 horas adicionales desde cuándo se establece su hora de salida de la cárcel local luego de haber sido arrestados por cometer alguna contravención, para tener oportunidad de ir a recogerlos y ponerlos en proceso de deportación.
“Más de 300 ciudades y condados en Estados Unidos hacen lo mismo que Nueva York, además de los estados de California, Connecticut, Illinois, Rhode Island y el distrito de Columbia, que han limitado su cooperación con la agencia federal migratoria en los últimos años aduciendo que se está deportando a inmigrantes que no han cometido delitos graves o que han cometido ofensas menores, en contra de las prioridades fijadas por el gobierno nacional, que dice que se debe deportar sólo a quienes incurrieron son una amenaza para la seguridad pública del país.
Voceros de ICE lo niegan y aseguran que sólo se enfoca en esos delincuentes.
La discusión se hace más compleja pues varios tribunales dicen que los pedidos de retención que hace el ICE pueden ser inconstitucionales si no hay suficientes pruebas de que el inmigrante cometió un crimen. Si las autoridades locales los acatan pueden verse en problemas, aseguran.
La presidenta del Concejo Municipal de Nueva York, Melissa Mark Viverito, dijo a Associated Press que durante años los policías del ICE “tendieron una emboscada en la cárcel de Rikers Island” que resultó en deportaciones innecesarias. Aludía al hecho de que había agentes de ICE presentes en la cárcel cuando los reos eran liberados.
“Además de ser injustas, las políticas de ICE fueron una ofensa a las leyes del país y otro síntoma de que nuestro sistema migratorio no funciona”, dijo Mark Viverito, quien agregó que el Concejo “está orgulloso” de haber limitado la cooperación.
Pero debido a la falta de ayuda, ICE dice que sus policías se ven obligados ahora a salir más a los barrios y dedicar gran parte de sus recursos a encontrar y arrestar en sus casas a inmigrantes que han cometido delitos y que fueron dejados en libertad tras cumplir con su condena, y que por eso enfrentan posibles situaciones peligrosas.
“Ahora estamos en una situación en la que tenemos que asignar más hombres, más trabajadores, más fuerza laboral a las calles, dónde es más peligroso arrestar a alguien. Lo mismo ocurre cuando debemos ir a una casa, a un lugar de trabajo, a un lugar donde uno no sabe si hay armas o donde uno desconoce los alrededores”, dijo Christopher Shanahan, director de operaciones en Nueva York para la división Enforcement Removal Operations, que lleva a cabo los arrestos en ICE.
“Creo que la legislación aprobada por la ciudad de Nueva York ha creado una situación de vulnerabilidad para ICE”, declaró a la Associated Press.
El mexicano arrestado el martes había sido dejado en libertad por las autoridades locales, después de cumplir con su condena por las amenazas con el machete. ICE había pedido al Departamento de Prisiones que lo retuviera para poder así ir a buscarlo a la cárcel de Rikers Island, pero su solicitud fue ignorada.
ICE no dio a la AP el nombre del mexicano ni los detalles de su caso en observancia a su política de privacidad.
Nueva York empezó a limitar su cooperación con ICE en 2011. El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, firmó en noviembre de 2014 una ley que terminó el programa de ayuda al ICE, excepto en ciertos casos de crímenes violentos o amenazas a la seguridad pública, estipuló la legislación.
En lo que va de 2015 Nueva York no ha atendido ningún pedido de ICE, dijeron portavoces municipales.
En Los Ángeles, ICE insiste en que enfrenta problemas similares a los que tiene en la otra costa del país.
De los siete condados que forman el área de operaciones de ICE en Los Ángeles, sólo dos atienden algunos pedidos de retención de inmigrantes que emite la agencia federal, dijo David Marin, director asistente de operaciones de ICE en la ciudad.
“Tenemos que salir más a las calles porque no podemos dejar que estas personas acusadas de crímenes y miembros de pandillas estén en ellas”, señaló el funcionario.
La cooperación migratoria entre gobierno y localidades no existía antes de los ataques al World Trade Center en 2001, y después llegó a su máximo nivel en 2008, cuando se puso en marcha el programa Comunidades Seguras, que pedía a localidades a compartir información con el gobierno, dijo Muzaffar Chishti, director del Migration Policy Institute en Nueva York.
Para este experto el asunto no es blanco o negro.
“Lo que creo es que, en cierto modo, ambos lados tienen razón”, dijo Chishti, quien lleva años analizando temas de seguridad e inmigración. “Este es un clásico caso en que tu opinión depende de para quién trabajes. Las preocupaciones y las prioridades de la ciudad y la policía local son muy distintas a las preocupaciones y prioridades del gobierno federal”.
En el año fiscal 2014, ICE deportó a casi 316.000 personas en Estados Unidos. La cifra fue menor que la media en deportaciones registrada en los últimos años durante la presidencia de Barack Obama y en la que se llegaron a las casi 400.000 deportaciones anuales.
El grupo de policías de inmigración que salió al Bronx y Manhattan el pasado lunes y martes, acompañados por periodistas de Associated Press, buscó también a un dominicano que había sido dejado en libertad por las autoridades municipales tras ignorar un pedido de detención de ICE. El hispano había vuelto a entrar ilegalmente a Estados Unidos tras haber sido deportado.
Las salidas de ICE en Nueva York formaron parte de una operación nacional llamada Operation Cross Check en la que se arrestaron a 2.059 inmigrantes, dijo la agencia migratoria el lunes.
Scott Mechkowski, director asistente de operaciones de ICE en Nueva York, asegura que, tras la falta de cooperación con autoridades municipales, el trabajo de sus agentes es doble, pues a menudo se encuentran con inmigrantes que dan direcciones falsas, lo que fuerza al ICE a investigar más para encontrarlos.
“Mis agentes pueden trabajar ahora de 15 a 16 horas al día”, dijo el funcionario.
Según Mechkowski, “es tan sólo cuestión de tiempo” hasta que uno de los inmigrantes que fue dejado en libertad cometa un asesinato o crimen grave, asegura.
Por su parte, la policía de la ciudad dijo que entre octubre de 2013 y septiembre de 2014 recibió 2.635 pedidos de retención de inmigrantes en las cárceles de Nueva York por parte de ICE. De éstos sólo retuvo a 196 inmigrantes, señaló.
Fuente: AP