La primera dama le mostró el palacio presidencial norteamericano a quien será su sucesora a partir del 20 de enero; tomaron el té y conversaron
La primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, y Melania Trump,la esposa del flamante mandatario electo, Donald Trump, se conocieron este jueves en la Casa Blanca, mientras sus respectivos maridos buscaban en el salón Oval organizar la transición presidencial.
Michelle enseñó la Casa Blanca a quien la sucederá como anfitriona de la mansión presidencial a partir del próximo 20 de enero.
La primera dama dio un recorrido a Melania Trump por la residencia privada, el balcón de Truman, la zona de recepciones oficiales y el despacho Oval, informó el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, en su rueda de prensa diaria.
Ambas tuvieron ocasión de tomar un té juntas y conversar sobre cómo criar hijos en la Casa Blanca, ya que el hijo del matrimonio Trump, Barron, tiene 10 años, la misma edad que tenía Malia, la hija mayor de los Obama cuando se mudaron a la mansión presidencial, y tres más que Sasha, la hija menor.
“Sus dos hijas han pasado sus años formativos en la Casa Blanca, los Trump también tienen un hijo; es un tipo de infancia bastante única, así que hablaron de cómo ser buenos padres durante esa experiencia”, apuntó el portavoz presidencial.
Durante la visita a la Planta de Estado, donde se celebran las recepciones formales, ambas se reunieron con el comisario de la Casa Blanca, William Allman.
“La reunión fue un gesto de hospitalidad; Michelle Obama ha explicado en público el estrés de mudarse a un lugar nuevo, de vivir en una pecera, en un museo, y estoy seguro de que Melania Trump está sintiendo parte de esa misma ansiedad”, indicó el funcionario.
En paralelo, el presidente Obama recibió a su sucesor, el republicano Trump, y le deseó “éxito” por el bien del país, mientras que el recién electo se comprometió a trabajar con su predecesor en la transición y pedirle consejo cuando llegue al despacho Oval.
Melania Trump, de 46 años, será una primera dama indudablemente atípica, la segunda nacida fuera de Estados Unidos -lo hizo en Eslovenia- y una de las pocas ex modelos, pero sin embargo busca desempeñar el papel de la manera más tradicional posible.
La anterior fue la británica Louisa, esposa de John Quincy Adams, presidente de 1825 a 1829.
Durante la campaña electoral de Trump, con quien se casó hace 11 años, Melania se mantuvo lo más alejada posible de los focos, cediéndole el protagonismo a Ivanka, hija del primer matrimonio del multimillonario y una de sus principales asesoras.
Midiendo al máximo sus palabras, todo lo contrario a lo que acostumbra a hacer su marido, Melania se presentó en las escasas entrevistas que concedió como una mujer devota de su familia y que mantendría un papel muy tradicional.
Fuente: EFE