La economía mexicana crecerá este año 3 por ciento, prácticamente un punto porcentual menos que el 3.9 por ciento calculado por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, de acuerdo con previsiones publicadas este martes por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El pronóstico del FMI sobre el crecimiento del producto interno bruto (PIB) este año es el mismo que el publicado por el organismo en octubre pasado, antes de que fueran aprobadas por el Congreso las llamadas “reformas estructurales” con las que el gobierno busca aumentar la productividad de la economía mexicana.
En los Criterios generales de política económica para 2014, dados a conocer en septiembre pasado, el gobierno federal calculó un crecimiento del PIB de 3.9 por ciento, variación que, de acuerdo con ese documento, “considera el efecto de las reformas estructurales aprobadas y en consideración del Poder Legislativo”.
Desde la presentación de los Criterios generales de política económica y antes que concluyera 2013 el Congreso avaló las reformas propuestas por el Ejecutivo, incluida la apertura del sector energético al sector privado, así como en el terreno de las telecomunicaciones, competencia económica y al sistema financiero.
El FMI hizo pública este martes una actualización de sus pronósticos sobre la economía mundial, en la que anticipa una ligera mejoría en el desempeño de naciones desarrolladas y deja sin modificación su previsión respecto de los países en desarrollo y emergentes.
Después de crecer 3 por ciento en 2013, la economía mundial avanzará este año 3.7 por ciento, una décima de punto más que lo previsto en octubre pasado, anticipó el FMI en la revisión de su informe Perspectivas de la economía mundial (WEO, por sus siglas en inglés).
Los países avanzados tendrán este año un crecimiento de 2.2 por ciento, dos décimas más que lo previsto en octubre, anticipó el FMI. Mientras, el PIB de las naciones en desarrollo y emergentes aumentará en 2014 a una tasa de 5.1 por ciento, la misma que la calculada hace tres meses.
El FMI publica cada seis meses, en la primavera y en el otoño un amplio informe sobre las perspectivas de la economía mundial. Entre uno y otro, hace una actualización de sus previsiones, que es el documento divulgado este martes.
La economía de Estados Unidos, de cuya evolución es dependiente la mexicana, crecerá 2.8 por ciento este año, dos decimas de punto más de lo previsto en octubre, de acuerdo con la actualización hecha por el FMI. En 2013, el PIB estadunidense repuntó 1.9 por ciento.
América Latina crecerá 3 por ciento, una décima de punto menos de lo previsto en octubre, según el FMI. Brasil, la primera economía de la región, avanzará 2.3 por ciento, una décima menos de los esperado por el organismo hace tres meses.
“La recuperación de la economía mundial todavía es débil y desigual”, explicó Olivier Blanchard, economista en jefe del FMI, en un mensaje que acompaña la actualización del WEO. “Entre las economías avanzadas, la recuperación es más fuerte en Estados Unidos que en Europa. Es más fuerte en los países centrales de Europa, que en los del sur europeo. En la mayoría de países desarrollados el desempleo se mantiene demasiado elevado y prevalecen los riesgos de disminución en el crecimiento”.
Mientras, en los países emergentes y las economías en desarrollo, acontecimientos recientes –como el anuncio del retiro paulatino de los estímulos monetarios por parte del banco central estadunidense– “ponen de manifiesto la necesidad de gestionar la riesgos de posibles reversiones de flujos de capital”.
El crecimiento en los países emergentes y las economías en desarrollo, aunque menor que en el pasado, permanecerá alto, anticipó Blanchard. Por un lado, esos países se verán beneficiados de un mayor crecimiento en las economías desarrolladas, consideró. Por el otro, la normalización de la política monetaria en Estados Unidos –que hasta ahora ha consistido en inyecciones masivas de capital al sistema financiero para estimular la actividad económica, política que comenzará a ser revertida este año– los hará enfrentar condiciones financieras más estrictas. “Creemos que, en la combinación de ambos, el primer efecto prevalecerá sobre el segundo”.