México desacreditó las declaraciones hechas el jueves por el gobernador de Texas, Rick Perry, de que había “una posibilidad muy real” de que fundamentalistas islámicos cruzaran a Estados Unidos por su frontera sur y lamentó que alguien haga política basada en “creencias y especulaciones”.
El secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, dijo el sábado que tales declaraciones son “absurdas” e “infundadas” porque “no hay ningún elemento” que acredite lo dicho por el gobernador, informó su departamento en una nota.
“Quedó acreditado por fuerzas autorizadas del Pentágono, del Departamento de Estado y de la coordinación que tiene México en los Estados Unidos que no hay ningún elemento que le dé fe a las creencias que expresó el gobernador”, afirmó Meade.
El secretario añadió que “para hacer política exterior siempre conviene tener datos, siempre conviene tener información” y que es “muy desafortunado (que haya) quienes se entretienen en hacer política exterior sobre la base de creencias, suposiciones y análisis absolutamente infundados y absurdos”.
Las declaraciones de Perry, que han indignado a México, tuvieron lugar el jueves durante un discurso que aunque supuestamente trataba sobre migración y su decisión de desplegar 1,000 efectivos de la Guardia Nacional en la frontera con México, finalmente se centró en la amenaza islamista que Estados Unidos enfrenta en el Medio Oriente.
El gobernador advirtió que si no se detiene allá a los fundamentalistas, éstos podrían ingresar a Estados Unidos por la que llamó una “insegura” frontera suroeste.
“Existe la enorme preocupación obvia, debido a la situación de la frontera desde el punto de vista de que no es segura, y porque no sabemos quiénes la cruzan, de que individuos del EIIL (Estado Islámico de Irak y el Levante) o de otros estados terroristas podrían hacerlo (cruzar la frontera)”, dijo Perry.
La polémica casi coincide con la visita a California que el presidente mexicano Enrique Peña Nieto tiene prevista para la próxima semana para hablar de migración.
