Según The New York Times, al menos media docena de grandes contratistas del Pentágono se preparan para obtener convenios con un valor de hasta mil millones de dólares una vez que se apruebe la reforma migratoria y el paquete de seguridad fronteriza
Al tiempo que en el Senado estadounidense se iniciaban ayer los debates preliminares sobre la propuesta de reforma migratoria que a partir de la semana próxima comenzará su discusión y votación en el pleno de la Cámara Alta, empresas contratistas del Pentágono se frotaban las manos.
Ello tras detectar una importante oportunidad de negocio en el reforzamiento de la seguridad fronteriza con México que se ha convertido en la principal exigencia del Partido Republicano para apoyar la iniciativa, que incluye una vía a la ciudadanía de millones de indocumentados.
Según The New York Times, empresas como Raytheon, Northrop Grumman, Lockheed Martin y General Dynamics se disponen a pujar por los contratos vinculados a los planes de seguridad en la frontera.
En medio del repliegue militar de Estados Unidos en Irak y Afganistán estas empresas han puesto la mirada en la iniciativa de ley que avanza desde el Senado y que, en caso de ser aprobada, dotaría de 3 mil millones de dólares adicionales, a los aproximadamente 18 mil millones que se invierten al año en la seguridad fronteriza.
Los republicanos exigen más seguridad fronteriza antes de aprobar cualquier reforma. De hecho, el senador por Texas, John Cornyn, ya anticipó que presentará una enmienda para elevar el listón de la seguridad al 100 por ciento de eficacia en la contención del tráfico ilegal y condicionar su estricto cumplimiento al proceso de legalización de más de 11 millones de personas.
Actualmente, la iniciativa de ley aprobada por los 18 miembros del comité judicial del Senado contempla un cumplimiento del 90 por ciento en los baremos que permiten medir la eficacia de la seguridad fronteriza con México.
“El problema es que tenemos que ser muy cuidadosos para evitar la militarización de la frontera con México. Tenemos que reforzar algunos aspectos, pero no llegar al extremo de convertir a la franja fronteriza en una zona de guerra”, advirtió el congresista demócrata por Texas, Henry Cuéllar.
“La frontera con México no es ni puede ser considerada como una zona de guerra. Estamos hablando de México, un país que es nuestro aliado y amigo”, enfatizó.
La propuesta de ley de reforma migratoria que impulsa el Grupo de los Ocho contempla un nuevo plan de seguridad fronteriza con México que incluye la inyección de más de 3 mil millones de dólares en la construcción de nuevos tramos de muro, la contratación de más agentes fronterizos, la modernización y reforzamiento de la infraestructura y tecnología y el aumento de vuelos no tripulados para mantener una vigilancia constante.
Ayer, la primera sesión de debates preliminares se centró en los discursos iniciales, un proceso que seguirá el lunes. El senador Harry Reid llamó a mantener un proceso de discusión “lo más abierto posible”.
Fuente: El Universal