Medusas invaden el Golfo de México

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Un grupo de investigación del Instituto Politécnico Nacional (IPN), encabezado por José Alberto Ocaña Luna, de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) de esa casa de estudios, estudia la presencia de la medusa australiana, Phyllorhiza punctata, en la zona sur del Golfo de México, porque podría amenazar seriamente a la industria camaronera y pesquera.

Ocaña Luna, catedrático e investigador de la ENCB, explicó que la medusa australiana se alimenta del zooplancton, el cual está compuesto por huevos y larvas de peces, crustáceos y otros invertebrados de importancia económica, lo que ocasiona daño a las tramas tróficas, por lo que, de seguir invadiendo la zona sur del Golfo de México, podría repercutir seriamente en la disminución de especies altamente comerciales.

Informó que el impacto de la medusa australiana se ha extendido incluso hasta el norte del Golfo de México, “y en Florida, Louisiana, Alabama y la Sonda del Río Mississippi, en Estados Unidos, se registran grandes concentraciones y se han calculado pérdidas millonarias porque la medusa llena las redes de las embarcaciones pesqueras, lo cual es un problema, aunado a que se alimenta las larvas de muchos organismos marinos que no alcanzan a llegar a una etapa adulta”.

Dijo que desde hace algunos años hay testimonios sobre avistamientos de la medusa australiana en aguas del Sistema Lagunar de Mandinga, Veracruz, pero fue hasta junio de 2006 cuando se recolectó el primer ejemplar. “Fue un adulto el que se recolectó con el apoyo del Acuario de Veracruz, instancia con la que mantenemos estrecha colaboración”.

El especialista politécnico destacó que aún se desconoce el área en que se establecen los pólipos, pero es probable que se ubique en el Sistema Arrecifal Veracruzano. “Seguramente sí se encuentra en la fase inicial, que es un pólipo (fase bentónica microscópica), la cual se asocia a los corales y a las rocas porque necesita un sustrato duro donde adherirse y a poca profundidad porque requiere luz”.

Mencionó que Phyllorhiza punctata tiene un ciclo alterno, y al respecto, detalló: “la fase pólipo microscópica tiene una duración prolongada debido a que se reproduce de forma asexual, madura cuando baja la temperatura en los meses de invierno y se libera una larva que se llama éfira, la cual va cambiando hasta llegar a la etapa juvenil y posteriormente a la vida adulta. Las medusas llegan a alcanzar en el Golfo de México 35 centímetros de diámetro; nosotros hemos recolectado ejemplares de seis kilos y medio de peso”.

Ocaña Luna señaló que “ya registramos las éfiras en el Sistema Lagunar de Mandinga, la cual se comunica a través del Río Jamapa al Sistema Arrecifal Veracruzano; el mecanismo de ingreso es a través de la boca del Río Jamapa, pasa por los esteros y llega hasta la Laguna de Mandinga Grande”.

Indicó que el estudio y colección de medusas por parte de la ENCB del IPN, inició en 2003 y las muestras están depositadas en la Colección de Invertebrados Planctónicos, albergada en el Laboratorio de Ecología del Departamento de Zoología de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas.

El coordinador del grupo de investigación puntualizó que la colección consta de alrededor de 155 mil ejemplares, considerando entre 60 y 70 diferentes especies que proceden de distintas lagunas costeras de Tamaulipas, Tabasco y de Veracruz (Tamiahua y Mandinga), así como del Sistema Arrecifal Veracruzano, en donde se han recolectado alrededor de 40 especies.

El doctor Ocaña Luna señaló que “el propósito de estudiar a la medusa australiana es porque se desconoce cuál va a ser su efecto en aguas tropicales, pues se sabe que en la región templada del Golfo de México sí tiene un efecto drástico, por ello estudiamos su ciclo de vida, aspectos de desarrollo y reproducción”.

Expuso que después de realizar muestreos durante cinco años consecutivos, el grupo de investigación ha observado que la especie tiene un patrón estacional, ya que permanece en la laguna durante la primavera y el verano. “Cuando empiezan las lluvias las medusas mueren porque disminuye la salinidad. Crecen muy rápido. Conforme pasan los meses de febrero a mayo ya tenemos los adultos de más de 30 centímetros, pero necesitan una gran cantidad de alimento para crecer y arrasan con el zooplancton”.

Informó que también evalúan con detalle la maduración y el desarrollo gonádico y, de acuerdo con los estudios histológicos (estructura y características de los tejidos), el grupo de investigación ha advertido que la población está compuesta exclusivamente por machos, lo cual representa una ventaja porque puede llegar un momento en que la medusa muera por la falta de recombinación genética.

“El problema es muy serio porque no hay manera de erradicar especies marinas de este tipo, debido a que el pólipo está asociado a los corales y es microscópico; de hecho en el Mar de Japón, hay una especie que alcanza los 200 kilogramos de peso, tienen un problema similar al que se registra en el norte del Golfo de México y no pueden hacer absolutamente nada, sólo están estudiando cómo es el comportamiento y prever algunos aspectos en las pesquerías”.

Comentó que no hay manera de limpiar las zonas en donde hay medusas, porque son miles de toneladas; por ello el estudio de la especie es lo único que se puede hacer para tratar de predecir el comportamiento de la misma.

Los pescadores locales del Sistema Lagunar de Mandinga refieren que aparentemente todavía no tienen problemas en la producción de especies comestibles como ostión y camarón, lo cual se debe a que los ciclos biológicos a veces no coinciden.

Fuente: La Jornada

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