Trump y Clinton reaccionaron ante la masacre del club nocturno y expresaron sus posturas en torno a prevenir estos ataques, pero mientras el republicano sugiere la prohibición de entrada a todos los musulmanes, la ex primera dama pide que se respeten los derechos de los musulmanes-estadounidenses.
El desconcierto y la incertidumbre aún prevalecen en suelo estadounidense tras sufrir el tiroteo más letal en la historia de Estados Unidos. La masacre en un antro gay en Orlando, Florida, tuvo como saldo 50 personas muertas y 53 heridas, enciende de nueva cuenta los focos rojos en contra del terrorismo, los actos de odio e incluso las leyes sobre la posesión de armas.
En este sentido, los candidatos a la presidencia de EU, se manifestaron en contra de la violencia y repudiaron el tiroteo. Por su parte, el virtual nominado del Partido Repúblicano, Donald Trump, expresó su postura política y pidió al gobierno de Barack Obama que reaccioné en contra de los terroristas que están detrás del atentado.
Sin embargo, el gobierno estadounidense no ha confirmado que se trate de un acto de terrorismo, ya que no se ha encontrado evidencia de que Omar Siddique Mateen y el Estado Islámico se hubieran coordinado para realizar este ataque.
Supuestamente ISIS se atribuyó este lunes la responsabilidad por el tiroteo, además de que el atacante de 29 años llamó poco antes de iniciar el tiroteo al teléfono de emergencia 911 y declaró su lealtad a este grupo terrorista, según las autoridades.
Ante esos hechos, Trump dijo este lunes, en entrevista con Fox News, que EU necesita incrementar la respuesta militar contra el Estado Islámico e incluso reiteró su propuesta para prohibir la entrada de musulmanes a territorio estadounidense.
“Lo que ha ocurrido en Orlando es solo el principio. Nuestros líderes son débiles e ineficaces. Ya lo dije y pedí la prohibición. Hay que ser duros”, afirmó a través de su cuenta en Twitter.
Asimismo, reprochó a Obama su reacción al atentado y pidió su renuncia. El millonario empresario también señaló a su virtual rival Hillary Clinton y advirtió que si no es capaz de mencionar la expresión “Islam radical” sería mejor que saliera de la contienda presidencial, ya que en su opinión EU debe endurecer su postura para evitar un nuevo atentado terrorista.
“Si no nos ponemos duros y somos listos muy rápidamente, no nos va a quedar un país porque nuestros líderes son débiles. (…) Estoy intentando salvar vidas y evitar el próximo atentado terrorista. Ya no nos podemos permitir ser políticamente correctos”, aseguró.
El probable candidato republicano señaló que la tarde de este lunes abordará el tema de los actos de terrorismo en un discurso que dará en New Hampshire, en el que se espera que ratifique su postura.
Hasta el momento, la reacción de Clinton ha sido moderada y ha evitado entrar en el conflicto verbal con Trump. En sus primeras reacciones tras el ataque al antro “Pulse”, la demócrata se solidarizó con las víctimas y sus familiares y se mostró cauta a la espera de más información.
“Desperté con la noticia devastadora de Florida. Mientras esperamos más información, mis pensamientos están con los afectados por este acto horrible”, escribió en su cuenta Twitter.
Sin embargo, esta mañana la aspirante presidencial mencionó que después de la masacre en el club nocturno Estados Unidos debe encontrar una forma de mantenerse seguro pero sin demonizar a los musulmanes-estadounidenses, de quienes se dijo comprometida con la protección de sus derechos.
En entrevista con la cadena MSNBC, señaló que apoyaría medidas más fuertes para evitar este tipo de ataques e instó a un mayor monitoreo de internet.
Tras darse a conocer los detalles del ataque, Hillary anunció la cancelación de un evento el domingo, en el que habría estado acompañada del mandatario Obama, y que hubiera sido su primer acto conjunto en la actual campaña electoral.
Masacre fue acto de terror y de odio: Obama
Sin hacer referencia a una posible vinculación de Omar Mateen con el extremismo islámico, el presidente Obama calificó el atentado en el bar gay como un “acto de terrorismo” y un “acto de odio” y criticó las leyes que permiten que sea tan fácil conseguir un arma.
En una conferencia de prensa en la Casa Blanca tras la masacre ocurrida en la madrugada del domingo, dijo que aún “es una etapa temprana de la investigación, sabemos bastante para afirmar que fue un acto de terrorismo y un acto de odio”, sin afirmar que se tratara de un ataque terrorista.
“Vamos a estar juntos como estadounidenses para proteger a nuestra gente y defender a nuestra nación, y a tomar medidas contra aquellos que nos amenacen”, advirtió.
Por último, indicó que el tiroteo era un nuevo recordatorio de “lo fácil que es que cualquiera consiga un arma que le permita disparar a personas en una escuela o lugar de culto, o cine, o club”, en lo que fue visto como una referencia a otras matanzas que han ocurrido en la historia estadounidense, como la masacre de 2007 en la Universidad Tecnológica de Virginia, que reportó 32 fallecidos.
Por su parte, portavoces del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) informaron que Mateen, un estadounidense de ascendencia afgana, había sido interrogado en dos ocasiones por haber realizado “comentarios incendiarios” a sus compañeros de trabajo y por sus “posibles vínculos con el terrorismo internacional”.
Sin embargo, junto a otras agencias se están revisando las pruebas que podrían explicar los motivos de la masacre en Orlando, para determinar si en el mismo intervino el grupo miliciano Estado Islámico.
El ataque comenzó poco después de las 2:00 de la madrugada del domingo en el club nocturno Pulse, en el corazón de Orlando, en el que unos 350 clientes asistían a un evento de música latina en el recinto.
Hasta las primeras horas de este lunes, las autoridades habían identificado públicamente a un total de 48 víctimas. La mayoría tienen menos de 30 años, son hombres y más de la mitad son hispanos.
Fuente: Forbes/ Agencias