La acumulación de la maquinaria prodeportación, las leyes más estrictas y su aplicación más consistente ha tenido un efecto importante en la cantidad de deportados y también en el flujo de inmigración no autorizada que entra a Estados Unidos. De hecho, hay más gente saliendo de la Unión Americana que nuevos inmigrantes entrando sin autorización, según un reporte reciente.
El estado de la economía ha sido otra de las razones pero al fin y al cabo, hay algunas medidas importantes para determinar si Estados Unidos ha tenido un efecto en el control de sus fronteras, una de ellas es el flujo de inmigrantes no autorizados que salen frente a la cantidad de los que entran.
Según Pew Hispanic Center, el flujo “neto” de inmigrantes se ha detenido por completo, es decir, hay más gente saliendo –deportada y sin intentar regresar- que nuevos inmigrantes entrando sin autorización al país.
De acuerdo con Pew, “son varios los factores, incluyendo el mercado laboral en Estados Unidos, el reforzamiento fronterizo y las deportaciones, los peligros crecientes del cruce y menos inmigrantes con intenciones y necesidad de cruzar, debido a la caída de la tasa de natalidad en México y más oportunidades económicas”.
Ed Alden, experto del Consejo de Relaciones Exteriores indica que mientras esto puede volver a cambiar al mejorar la economía de Estados Unidos “muy probablemente no vuelva a ocurrir en la misma escala que vimos anteriormente, sobre todo en los años noventa”.
“Las cosas son muy diferentes hoy a lo que eran en los noventa o incluso en los 2000”, dijo Alden. “La cantidad de protección en la frontera, cómo se aplican las leyes, es muy diferente incluso que hace 5 ó 6 años”.
Aún así, los expertos han identificado debilidades en el sistema que, indicaron, deben ser resueltas si EEUU quiere tener, a futuro, un mayor control de las fronteras. Uno de ellos es un sistema confiable para que los empleadores verifiquen si están contratando a una persona con papeles.
El sistema E-Verify , que es una base de datos federal que viene siendo utilizada por un grupo creciente de compañías – en forma voluntaria en la mayor parte del país y mandatoria en algunos estados- muy probablemente será parte de cualquier negociación de reforma migratoria, pero es problemático por los errores que contiene, particularmente los “falsos positivos”, según señalaron expertos.
Otra medida es la cantidad de personas detenidas cruzando la frontera y los que se escapan y logran cruzar. En ambas categorías los números analizados han disminuido notablemente, según estudios y reportes de la GAO (General Accounting Office, brazo investigativo del Congreso) y del propio DHS.
Aún así, muchos republicanos tanto en la base del partido como en el Congreso no reconocen que se hayan hecho progresos en el control fronterizo y este permanece como un obstáculo en las negociaciones en torno a una reforma migratoria.
Fuente: La Opinión de Los Ángeles