Marta, la tesorera de los Legionarios

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Por José Gil Olmos

El ejercicio de la memoria siempre será importante, sobre todo ahora que en las redes sociales lo que importa es la descalificación, el insulto o la crítica impronta antes que el análisis basado en los hechos pasados y presentes. Tal es el caso de las relaciones que hubo entre el gobierno de Vicente Fox y los Legionarios de Cristo a través de Marta Sahagún.

Estas relaciones fueron tan estrechas que llegaron a plantear la formación de la Universidad de Artes y Oficios en Michoacán, que sería manejada por los Legionarios, con una inversión de 84 millones de pesos, la cual incluía un dispensario médico y un centro integrador.

El proyecto estaba tan avanzado en terrenos donados por el propio Maciel que el presidente Fox y Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat Valenciana, firmaron el convenio el 16 de mayo del 2002, en Valencia, España, y se comprometieron a invertir en la universidad, en un área de casi 4 mil metros cuadrados.

Las relaciones entre la familia de Marta Sahagún y Marcial Maciel eran antiguas. Nacieron en el mismo pueblo, Cotija, Michoacán, de donde son coterráneos y con el tiempo y el poder se fortalecieron.

Alberto Sahagún de la Parra, padre de Marta, y Marcial Maciel fueron amigos desde la infancia: “De chicos íbamos, Marcial y yo, a cazar güilotas y patos. Después, él siguió su propia vida y yo la mía”, reveló el suegro del expresidente, al recordar que el padre de Marcial, don Francisco Maciel, tenía unas haciendas en el pueblo, una de ellas se llamaba Ayumba y estaba rumbo a Tingüindín; la otra se llamaba Poca Sangre”. (Proceso julio 2002).

Estas relaciones continuaron con Marta, quien por ocho años fue la tesorera de Los Legionarios de Cristo en Guanajuato e incluso dio clase en algunas de las escuelas que esta organización tenía.

Ahora que los propios Legionarios reconocieron el abuso sexual que Marcial Maciel hizo a decenas de niños y adolescentes, las autoridades de procuración de justicia mexicanas podrían abrir una investigación sobre la responsabilidad que pueden tener tanto Marta Sahagún como Vicente Fox, quienes difícilmente no se enteraron de estos delitos cometidos por el amigo de la familia Sahagún, cuando ellos habitaban la residencia presidencial.

Así como es difícil creer que Felipe Calderón no sabía de los negocios con el narcotráfico de su secretario de seguridad pública, Genaro García Luna, el mismo caso podría ser con la expareja presidencial sobre los abusos de Maciel cometidos desde 1941, año de la fundación de los Legionarios, hasta el 2005.

Durante el sexenio de Fox no hubo ningún indicio o señal de investigar a Maciel y sus complicas de pederastia, sino todo lo contrario. Aún se recuerda su expresión: “¿Yo por qué?”, cuando se pidió intervenir, en 2002, ante el asalto de un grupo de hombres armados a las instalaciones de Canal 40, donde años antes se habían realizado reportajes sobre la pederastia de Maciel que le ocasionó el retiro de publicidad de la empresa Bimbo, de Lorenzo Servitje, uno de los financieros de los Legionarios.

Si se investigan las vinculaciones entre la pareja presidencial Fox y Marta con los Legionarios de Cristo se encontrarán indicios claros de encubrimiento ante la demanda de que se indaguen los casos de abuso sexual a menores que para entonces ya se habían hecho públicos, señalando a Marcial Maciel, amigo de la familia Sahagún.

Por cierto… La Conferencia del Episcopado Mexicano pidió a los Legionarios que no se haga mención de quienes encubrieron a los pederastas, sabiendo de los delitos que estaban cometiendo. Esto, a raíz de que dicha organización, aún en activo, dio a conocer en semanas pasadas el “Informe 1941-2019 sobre el fenómeno del abuso sexual de menores en la Congregación de los Legionarios de Cristo desde su fundación hasta la actualidad”.

Fuente: Proceso

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