Miles de españoles y catalanes protagonizaron este domingo una multitudinaria marcha en Barcelona, en contra de la independencia de Cataluña y encabezada por el peruano Mario Vargas Llosa, el ex vicepresidente del Parlamento europeo Josep Borrel, y figuras del Partido Popular, Ciudadanos y el Partido Socialista regiona. El Nobel de la Paz, quien dirigió el mensaje central, condenó los nacionalismos. “Se necesita mucho más que una conjura golpista (…) para destruir lo que han construido 500 años de historia. No lo vamos a permitir”. “Cataluña no es como Lituania, Kosovo o Algeria. No es un territorio ocupado ni militarizado”, dijo Borrel.
La ciudadanía de Cataluña que está en contra de la secesión, que defiende su permanencia en el Estado español y que está en contra del proyecto independentista salió hoy a las calles de Barcelona para expresar su frontal rechazo a una eventual declaración unilateral de independencia. Fue la manifestación más multitudinaria del llamado bloque “unionista” o “constitucionalista”, que logró congregar en la capital catalana alrededor de 950 mil personas, según los convocantes, y unos 350 mil, según la Guardia Urbana.
La Cataluña unionista, españolista o “constitucionalista” como ellos mismos se definen salió a la calle de forma masiva. Unos le llamaban la “mayoría silenciosa”. Otros, sus adversarios politicos, la “minoría callada”, pero al final son un amplío conglomerado de sensibilidades ideológicas que defienden por un lado la unión con el Estado español y en muchos casos también un nuevo marco de relación entre ambas regiones.
La Sociedad Civil Catalana (SCC), una entidad civil integrada por profesores, intelectuales y activistas, convocaron la manifestación en Barcelona para contrarrestar el implacable avance del movimiento separatista, que anunció a principios de semana que el próximo lunes -y como mucho el martes- decretarán desde el Parlamento regional la independencia unilateral. La marcha la respaldó sin matices las tres principales formaciones políticas de Cataluña que defienden el actual marco constitucional: el derechista Partido Popular (PP), el emergente Ciudadanos (que es, a su vez, la principal fuerza de oposición en la región) y el Partido Socialista de Cataluña (PSC), que si bien defiende un proyecto federal también está en contra de la secesión.
Nunca antes en la historia de la región habían salida tanta gente en Barcelona con banderas españolas, catalanas -las oficiales, que no la independentistas (esteladas)- y con las de la Unión Europea (UE). Y lo hicieron de forma masiva para expresar de forma rotunda en la capital catalana su frontal rechazo al proyecto soberanista y para exigir a las autoridades españolas, del conservador Mariano Rajoy, que pongan una solución a la crisis profunda que se vive en el país.
Entre los dirigentes políticos que hablaron al final de la marcha se encontraba el ex vicepresidente del Parlamento europeo y uno de los socialistas más prestigiosos de la actualidad, el catalán Josep Borrel, quien señaló que “Cataluña no es como Lituania, Kosovo o Algeria. No es un territorio ocupado ni militarizado. Tenemos que defender el pluralismo político, porque no es reconocido. Cuando una presidenta del Parlament se atreve a decir que quienes votan a determinados partidos políticos no son catalanes es que nos han quitado el conocimiento”
También habló el premio Nobel de literatura Mario Vargas Llosa, de origen peruano pero nacionalizado española desde hace más de tres decadas, quien advirtió que“la pasión puede ser peligrosa cuando la mueve el fanatismo y el racismo. La peor de todas es la pasión nacionalista. Se necesita mucho más que una conjura golpista de Puigdemont, Junqueras y Forcadell para destruir lo que han construido 500 años de historia. No lo vamos a permitir. Aquí estamos, ciudadanos pacíficos que creemos en la coexistencia, que creemos en la libertad”.
Fuente: La Jornada