El tratado de libre comercio entre Estados Unidos, Canadá y México, conocido como T-MEC, entrará en vigor a partir de este 1 de julio en sustitución del antiguo TLCAN, en un contexto marcado por la pandemia y la incertidumbre económica.
En el caso mexicano, la Secretaría de Economía (SE) aseguró que el acuerdo se trata de un “elemento central de la política comercial de México”, además de ser, dijo, un instrumento que impulsa las relaciones entre los tres países. La titular de Economía, Graciela Márquez, destacó que la entrada en vigor del nuevo acuerdo supone el inicio de una nueva etapa de integración en América del Norte y el camino hacia una economía más moderna y más competitiva además de incluyente.
Hoy, 1 de julio de 2020, entra en vigor el nuevo Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá.
Este Tratado será una palanca de desarrollo y bienestar para la región de América del Norte. #GobiernoDeMéxico#TMEC @GMarquezColin @luzmadelamora @cafreeland @USTradeRep pic.twitter.com/kIB5SkK6hA— Economía México (@SE_mx) July 1, 2020
“Este acuerdo será una herramienta fundamental para la recuperación económica de México ante los efectos de la pandemia del covid-19”, señaló la secretaria a través de un vídeo institucional. El tratado establece un marco institucional que otorga certidumbre jurídica a los inversores, empresarios y consumidores en América del Norte, puesto que el acuerdo moderniza las reglas del comercio de bienes y servicios en la región.
La funcionaria mexicana explicó que, si bien la negociación del T-MEC ha supuesto “retos importantes” para los tres países, se puso en consenso que un proceso de integración económica en la región es irreversible y se está profundizando, reforzando a las sociedades y fortaleciendo las cadenas de suministro.
Entre los beneficios del T-MEC, México destaca que no solo busca una mayor integración económica entre los países de América del Norte, sino también incrementar el bienestar de la sociedad a través del libre comercio para todos los bienes originarios, por lo que las exportaciones mexicanas seguirán gozando de acceso preferencial, esto es, sin pago de aranceles, en los mercados de Estados Unidos y Canadá.
El acuerdo también incluye la modernización del esquema de certificación y el procedimiento de verificación para hacerlo más expedito, lo que reforzará la competitividad de las empresas de América del Norte. En lo que respecta a las facilidades comerciales, el texto incluye disposiciones que facilitan y agilizan el movimiento y despacho de mercancías en las aduanas y la transparencia en los procedimientos administrativos, así como compromisos de coordinación entre los organismos que intervienen en los cruces fronterizos.
Asimismo, con el objetivo de fortalecer aún más la propiedad intelectual, el T-MEC contiene disciplinas en materia de derechos de autor, marcas indicaciones geográficas, patentes, protección de datos no divulgados, diseños industriales, secretos comerciales, esquema de limitación de responsabilidad de proveedores de servicios de Internet y disposiciones en materia de observación.
Todo ello, según la Secretaría de Economía, hará más atractiva la inversión en México. El tratado también incorpora medidas anticorrupción. Así, México se compromete a fortalecer su marco legal para combatir prácticas de corrupción que puedan afectar a los negocios del país. “El T-MEC reconoce que la competitividad en la región es fundamental y busca incrementarla con iniciativas que promuevan una mayor participación de las pequeñas y medianas empresas en las cadenas de valor en la región, lo cual se reflejará en más y mejores empleos en nuestros países”, subraya la Secretaría de Economía.
Fuente: Europa Press