El cabildo de Puebla aprobó la desaparición de las imágenes del exgobernador Mario Marín y del exsecretario de Obras Públicas del estado, Javier García Ramírez, de un mural que fue pintado en el Salón de Protocolos de Palacio Municipal por el artista Fernando Rodríguez Lago, en el año 2000.
La petición fue presentada la víspera, justo cuando se cumplieron siete años del escándalo en el que se vio involucrado el llamado “Góber Precioso”, por la represión que emprendió contra la periodista Lydia Cacho.
El regidor perredista Arturo Loyola fue quien presentó el punto de acuerdo para que Marín y su colaborador, quien ahora se encuentra prófugo de la justicia, debido a que se le sigue un proceso por supuesto enriquecimiento ilícito, sean borrados del mural con el nombre “Fundación de Puebla”.
En el año 2000, cuando Mario Marín era alcalde de Puebla, se encargó la pintura a Rodríguez Lago para conmemorar la restauración del Palacio Municipal, luego de los daños que sufrió por el sismo de 1999.
En sus argumentos, el regidor mencionó que el exmandatario carece de los méritos para considerarse un personaje “digno de distinción”, como lo marca el artículo 78 de la Ley Orgánica Municipal, y más bien se convirtió en un gobernante que generó una “mala fama” para la ciudad.
“En Puebla padecimos la afrenta de tener como gobernante a un personaje cuyos excesos nos generaron mala fama. El abuso, corrupción y autoritarismo fueron los signos que más lo distinguieron. Su reprobable conducta hizo que en el país y en el extranjero se referenciara a Puebla como el estado del ‘Gober Precioso’”, apuntó.
La propuesta del regidor perredista fue aprobada por todos los legisladores, excepto los priistas, quienes se abstuvieron al calificar el asunto como irrelevante, y consideraron que se trataba más bien de una “revancha política”.
Fuente: apro
