El presidente francés afirma que el bautizado como «servicio nacional universal», que duraría un mes y será por igual para hombres y mujeres
En el marco de su proyecto de «reconquista» de los ejércitos, con los que estaba «enemistado» desde el mes de julio, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha confirmado la restauración de un servicio militar obligatorio en el que participarán las mujeres y que durará un mes, junto al acometimiento de un esfuerzo en Defensa «inédito e incomparable».
La primera crisis de la presidencia Macron estalló en julio cuando el jefe de Estado mayor de los ejércitos, Pierre de Villiers, dimitió como protesta contra unos recortes presupuestarios de 355 millones de euros. Macron encajó aquella dimisión con un acto de autoridad nada común: reunió a la élite militar, puso firmes a sus generales, se subió en una tarima de 40 centímetros de alto y les anunció: «El jefe soy yo; y no necesito consejos… pueden disponer». Entre los militares, Macron se ganó aquel día el mote apenas cariñoso de «joven autoritario».
Seis meses más tarde, Macron ha iniciado la operación «reconquista» de los ejércitos, con un discurso pronunciado en la bahía de Toulon, a borde del porta helicópteros Dixmude, una de las joyas de la armada francesa. El presidente hizo dos anuncios: el presupuesto de Defensa aumentará un 1,8% (unos 1.800 millones de euros); y se cumplirá su promesa electoral de restaurar la mili obligatoria como un «servicio nacional universal».
Costo repartido
Los militares temían que el costo de la restauración del servicio militar obligatorio corriese a cargo del presupuesto de Defensa. En su discurso de Toulon, Macron intentó tranquilizar a la la jerarquía militar, insistiendo en que el costo presupuestario de la mili será repartido entre los distintos ministerios afectados por el proyecto. El servicio militar obligatorio debiera ser una realidad para el año próximo, con unos contornos todavía por definir, a lo largo de los próximos meses.
En su programa electoral, Macron señaló que la futura mili tendría un mes de duración, justificado de este modo: «Será nuestro deber reforzar los lazos entre la nación y quienes la protegen, para reforzar la cohesión republicana y desarrollar un espíritu de defensa común. El servicio nacional universal se dirigirá a los hombres y mujeres aptos. Cumplidos los dieciocho años, el servicio deberá realizarse durante los tres años siguientes, con una duración de un mes».
El candidato Macron prometió una «vasta concertación» entre las fuerzas políticas, los representantes de la juventud y las fuerzas vivas de la nación, con el fin de preparar un proyecto de ley. Originalmente, ese proyecto debía conocerse a finales del 2017. Confirmado el proyecto de restauración de la mili, queda por abordar la «concertación» y redacción del proyecto.
Macron se comprometió ante la OTAN a elevar el esfuerzo nacional en materia de defensa al 2% del PIB. El presidente insiste en que tal promesa será realidad «hacia» 2022/2025.
Los ministerios de Economía y Defensa están elaborando una nueva Ley de programación militar, con el fin de intentar cumplir las promesas europeas, contener el gasto general y, a la vez, hacer frente a los compromisos militares en el exterior. Macron ha prometido incrementar los presupuestos de defensa entre 1.700 y 1.800 millones de euros anuales, hasta el 2022 /2025. Sin embargo, ese aumento solo es ligeramente superior al costo de las operaciones militares en el exterior, que suponen a los contribuyentes unos 1.000 millones anuales.
Fuente: ABC.es