Organizaciones proinmigrantes criticaron al partido republicano después de que varios de sus miembros consideraran que el programa de acción diferida (DACA, por sus siglas en inglés) es el principal causante de la oleada de niños indocumentados no acompañados en la frontera de Estados Unidos.
El congresista republicano Darrell Issa pidió en una carta al presidente Barack Obama que ponga fin al programa de acción diferida, que desde junio de 2012 ha beneficiado a unos 600 mil jóvenes indocumentados o “soñadores” que viven desde hace años en Estados Unidos.
Los llamados dreamers (soñadores) son jóvenes indocumentados que llegaron ilegalmente a Estados Unidos cuando eran menores y que se han criado y educado en ese país, pero que por su condición de indocumentados habían visto truncados sus sueños de estudiar en la universidad o trabajar legalmente en Estados Unidos.
Gracias al programa DACA, aprobado por el gobierno de Obama en junio de 2012 y que este año será renovado por dos años más, unos 600 mil jóvenes indocumentados han podido estudiar y trabajar en Estados Unidos sin miedo a ser deportados.
El congresista republicano también pidió al presidente en su misiva que se deporte a estos “soñadores”, al considerar que han violado la ley, ya que entraron al país ilegalmente.
Issa y otros colegas suyos republicanos creen que el programa DACA ha tenido “un efecto llamada” en Centroamérica ante los rumores infundados de que los niños que crucen la frontera no serán deportados.
“DACA recompensa a las familias y a las personas que han violado nuestras leyes, además anima a otros a buscar beneficios similares”, aseguró Issa en su carta.
Este programa, según varios congresistas republicanos, es el principal causante la crisis humanitaria que está teniendo lugar en la frontera entre México y Estados Unidos.
El gobierno de Estados Unidos se encuentra desbordado ante la llegada de unos 52 mil menores indocumentados no acompañados en lo que va de año fiscal 2014 (desde octubre de 2013), el doble que el año anterior, principalmente procedentes de tres países: Guatemala, Honduras y El Salvador. Su número podría llegar este año fiscal a los 90 mil, según estimaciones oficiales.
Frank Sharry, director de la organización pro reforma migratoria America’s Voice, acusó a los republicanos de querer sacar rédito político de esta crisis humanitaria.
“Mientras lloran lágrimas de cocodrilo por los niños, están haciendo todo lo posible por culpar al presidente Obama de una situación que tiene mucho más que ver con las condiciones en América Central que con la política migratoria de Estados Unidos”, dijo Sharry.
“Los republicanos, ¿no tienen vergüenza?”, añadió Sharry, quien lamentó que la respuesta de los republicanos a “un niño de 8 años que huye de la violencia y llega a nuestras fronteras hoy es deportar a un joven estudiante universitario de 20 años que ha vivido aquí durante una década”.
“¿Por qué los republicanos están usando la crisis de los niños que huyen de la violencia de Centroamérica para atacar a los soñadores?”, se preguntó Cristina Jiménez, fundadora de United We Dream.
La administración Obama ha dejado claro que los niños no acompañados que cruzan ahora la frontera no se beneficiarán de la reforma migratoria ni de DACA. Para poder beneficase de este programa los menores tienen que haber llegado a Estados Unidos antes del 15 de junio de 2007 y haber residido continuamente en ese país desde entonces.
Unos 560 mil jóvenes indocumentados se han beneficiado hasta ahora del programa de acción diferida, de los que 400 mil son mexicanos, según datos oficiales.
Fuente: AP
