Los Zetas cruzaban droga a EU con apoyo oficial

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Testigo protegido en un juicio que se sigue en Estados Unidos a varios integrantes de Los Zetas, Héctor Moreno Villanueva, “El Negro”, era uno de los responsables de la introducción de toneladas de cocaína a ese país. Según los testimonios judiciales de este personaje, consultados porProceso en las Cortes de Texas, el trasiego de droga se realizaba gracias a los sobornos pagados por la organización delictiva a funcionarios de la administración de Humberto Moreira en Coahuila, así como del gobierno federal y del Ejército.

Por Juan Alberto Cedillo/ Proceso

Héctor Moreno Villanueva, “El Negro” –presunto responsable del trasiego de droga para “Los Zetas”–, confesó a las autoridades estadounidenses las tropelías que ese grupo cometió en la frontera de Coahuila, su principal punto de operaciones, entre 2007 y 2011.

En abril de 2014, según el expediente obtenido por Proceso en las Cortes de Texas, “El Negro” expuso que la organización introdujo más de cinco toneladas de cocaína por año a Estados Unidos durante ese periodo, gracias a los sobornos a funcionarios de la administración de Humberto Moreira, del gobierno federal y del Ejército.

Las operaciones les redituaron a “Los Zetas” ganancias por alrededor de 730 millones de dólares en ese periodo, de acuerdo con “El Negro”, quien declaró en calidad de testigo protegido en el juicio contra el empresario veracruzano Francisco Colorado Cessa y los entrenadores de caballos Cuarto de Milla propiedad de los líderes zetas en la ciudad de Austin.

En la transcripción del testimonio que rindió bajo juramento ante el fiscal Douglas W. Garden, expuso:

–Soy Héctor Moreno y tengo 35 años… Trabajé con Alfonso Poncho Cuéllar desde 2007 hasta 2011.

–Y cuando usted dice “trabajé”, ¿qué actividad realizaba? –le increpó el fiscal.

–Tráfico de drogas en la ciudad de Piedras Negras, desde 2007 –respondió el testigo protegido.

En una sesión previa, Cuéllar declaró que la organización –Los Zetas– pagaba sobornos a funcionarios de todos los niveles para proteger esas actividades.

“El Negro” expuso que realizaba las llamadas telefónicas a los conductores de los camiones (que trasladaban la droga para entregarla) y a los clientes. Él, insistió, se comunicaba con los clientes de Cuéllar, así como con los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, “Z-40” y “Z-42”, respectivamente.

La droga se cruzaba en tráileres y se escondía en casas de seguridad de la ciudad de Eagle Pass. Desde ahí se trasladaba por la carretera 35 a Dallas a un cliente de “El Negro” llamado José Vázquez para que la revendiera a las pandillas locales y éstas a su vez la distribuían por todo el territorio estadounidense, relató el testigo protegido.

Añadió que él y sus socios del cártel recibían unos cuatro millones de dólares cada 10 días por 800 kilos de droga que introducían mensualmente al vecino país. El dinero, sostuvo, llegaba a México escondido en los tanques de combustible de vehículos en billetes de todas las denominaciones, aun cuando la instrucción era pagar al contador de Z-40 y Z-42 sólo con billetes de 20, 50 y 100 dólares.

“El Negro” contó al jurado que entre noviembre de 2010 y enero de 2011 agentes de la Drug Enforcement Administration (DEA) y del Immigration and Customs Enforcement (ICE) decomisaron droga que le provocaron a “Los Zetas” pérdidas de entre cinco y ocho millones de dólares.

–Z-40 y Z-42 creían que teníamos algo que ver con estas pérdidas –expuso Moreno.

En un momento del juicio, Mike DeGeurin, abogado de los acusados, interrumpió la sesión para solicitarle al juez Sam Sparks hablar en privado con los fiscales y con él.

En la transcripción de la plática privada, DeGeurin señala que el interrogatorio del fiscal inducía al acusado a describir la masacre ocurrida en la región de Allende, Coahuila, en marzo de 2011. El abogado señaló que ese no era tema del juicio. El juez aceptó la moción y ordenó al fiscal Garden no tocar el asunto.

Fuente: Proceso

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