“Entregarle la Semarnat a alguien vinculado con el Partido Verde, como Juan José Guerra, es tan dañino para la dependencia como si encomendaran la SEP a un alfil de Elba Esther”, afirma Carlos Loret de Mola.
En su columna “Historias de reportero”, de El Universal, el conductor del noticiario Primero Noticias de Televisa cuestiona la capacidad de la mayoría de los integrantes del gabinete de Enrique Peña Nieto.
“Claudia Ruiz Massieu no tiene más mérito para haber sido nombrada Secretaria de Turismo que ser mujer (cuota de género) y sobrina del expresidente Carlos Salinas (cuota de grupo)” afirma.
Cuestiona casi a todos:
“Navarrete Prida tiene experiencia en temas de procuración de justicia, pero ¿secretario del Trabajo?”
“Un exgobernador de Coahuila que puso como sucesor a Humberto Moreira, ¿qué conocimientos tiene sobre Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación?”
“¿Qué sabe de Energía el exdirigente del PRI, Pedro Joaquín Coldwell? Cuando senador, ni siquiera participó activamente en las discusiones de la reforma en el sector”.
“¿Las medallas de Jorge Carlos Ramírez Marín para ser titular de Reforma Agraria se remontan a su cercanía y paisanaje con Víctor Cervera Pacheco, quien ocupó hace décadas ese cargo?”
El gabinete de Peña Nieto, escribe, “está marcado en lo general por una lógica de lealtades y cuotas partidistas, como en el más viejo PRI (el gabinete promedia 63 años de edad)”.
No obstante, es generoso con Luis Videgaray, “a quien los más acérrimos enemigos políticos y periodísticos de su jefe reconocen como un liberal cuya influencia conquista el beneficio de la duda, ha construido credenciales para encabezar Hacienda”.
“La exitosa gestión de Manuel Mondragón en la Policía del DF le amerita comandar la corporación federal”, agrega el columnista.
Sobre Emilio Chuayffet en la SEP afirma que “es un trago amargo para Elba Esther Gordillo: son enemigos políticos” y “un perfil menor en la SCT exhibe que Peña se encargará personalmente de los temas con Slim, Azcárraga y Salinas Pliego”.
Loret de Mola califica la designación de Rosario Robles como “agridulce”. La ex perredista “fue una muy bien evaluada jefa de Gobierno en el DF, pero sus manejos y aliados financieros dejaron una mancha en su hoja de vida”.