Por Álvaro Cepeda Neri
No me refiero al político y periodista don Carlos Loret de Mola Mediz, privado de la vida en una trampa y cuyo homicidio nunca se aclaró; ni a su hijo Rafael Loret de Mola, quien sigue en su línea crítica al poder autoritario y abusivo; sino al nieto e hijo, respectivamente, de los anteriores: Carlos Loret de Mola hijo (de Televisa), quien muy pronto será sucesor de Joaquín López-Dóriga como éste lo fue de Jacobo Zabludovsky, ahora en Grupo Radio Centro, no muy cargado a la derecha como cuando estuvo en Televisa y quien celebrará si uno de los Aguirre se queda con una de las dos concesiones para televisión, pues volvería “a cuadro” y precipitaría la caída de López-Dóriga para el ascenso de Loret de Mola.
Éste, por lo pronto, es ya el nuevo vocero –de facto– de Los Pinos, de Palacio Nacional e incluso de Alfredo Castillo, el comisionado para la guerra de todos contra todos en Michoacán. Así como García Luna y Calderón le prepararon el escenario a Televisa cuando lo de Florence Cassez, también Alfredo Castillo le prepara el escenario a Loret de Mola para reeditar la telenovela sobre la captura del Chayo y que “informe” a sus televidentes sobre las últimas horas del delincuente como una “exclusiva”. A tal grado es el vocero de facto, que ya desplazó a Eduardo Sánchez, recién nombrado vocero de Peña y, jerárquicamente, superior a David López, director de Comunicación Social de Los Pinos.
Carlos Loret de Mola hijo (de Televisa) es el favorito del peñismo y le dan las “exclusivas” que resultan de la neoestrategia militar-policiaca-marinera para capturar la entrega (por la agencia antidrogas estadunidense, DEA) de los capos de la mafia del narcotráfico y de lo que va resultando del caos michoacano. Es otra estrella del imperio de Azcárraga, cuyo cuasimonopolio está siendo acotado y parece que ya no tendrá patentes para transmitir lo que se le pegaba la gana.
Pero Alfredo Castillo le está dando prerrogativas a Televisa-Loret para que éste se adorne con la franquicia de ser el único que revive el homicidio del capo que cabalgaba una mula –dice en su reportaje– como “descubriendo” el vehículo que usaba Nazario Moreno. Por decreto calderonista y anunciado por el entonces vocero Alejandro Poiré al difundir la versión de García Luna, este personaje ya había muerto. Pero resucitó para revirar aquello de “los muertos que vos matáis” y transmitir a través de Televisa la versión peñista que desmintió a la calderonista.
Carlos Loret de Mola se ha llevado para su noticiero la versión completa del Chapo y del Chayo; son las grabaciones que tienen los funcionarios para informarse. No se convocó a los medios de comunicación para mostrar el escondite del dirigente de Los Caballeros Templarios. La nota era para Televisa y Loret de Mola exclusivamente, quien filmó su entrada triunfal a la madriguera, con todas las ventajas de ejercer la vocería de facto de Los Pinos y así filmar el reportaje sobre el fantasma del Chayo. Aunque queda la incertidumbre de que en realidad siga vivo y todo haya sido una telenovela. Pero tenemos un tercer vocero y 18 directores de Comunicación Social del presidencialismo.
Fuente: Revolución 3.0