Al concluir su gira por esta entidad, el presidente Andrés Manuel López Obrador destacó hoy los avances en la aplicación de la vacuna Pfizer que, a diferencia de otros países, no se ha congelado, pero llamó a desterrar la “cultura del agandalle”, en alusión a quienes se han vacunado sin que les corresponda, usando el influyentismo. Incluso, informó hoy que aceptó una reducción en la cantidad de vacunas que debe entregar a México la farmacéutica Pfizer, a fin de que se suministre el antídoto a países pobres
En un discurso en este municipio de Tierra Colorada, el mandatario aludió a la polémica internacional desatada por la concentración de vacunas Pfizer en los países europeos y otras naciones que firmaron contrato con esa farmacéutica, sin que se incluyera a naciones pobres en el suministro.
“La Organización de las Naciones Unidas (ONU) le ha pedido a Pfizer que baje sus entregas a países con contrato, como los países europeos, el nuestro, para que se disponga de una cantidad de vacunas y no haya acaparamiento”, dijo López Obrador.
Agregó que esa iniciativa prevé que la ONU ponga vacunas a disposición de paises mas pobres. “Nosotros estuvimos de acuerdo con eso, y luego que nos la repongan”, señaló. Indicó que México realiza gestiones para adquirir la vaacuna chino-canadiense CanSino y la rusa Sputnik V, además de que va a procesar la de AstraZeneca-Oxford.
“Nadie puede en circunstancias de salud tan delicadas actuar con prepotencia y la autoridad está obligada a dar el ejemplos”, señaló.
López Obrador destinó buena parte de su discurso al plan nacional de vacunación, externando su satisfacción por el reporte que dio el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, quien dijo que hasta el momento se habían aplicado 99.90 por ciento de las vacunas destinadas a la entidad.
Anunció que este lunes habrá un informe del avance de la vacunación en el país y reiteró que, concluida la inmunización del personal médico que enfrenta la pandemia, se continuará con 15 millones de adultos mayores.
Mencionó que los especialistas han anticipado que si se vacuna a este sector de la población se reduce en 80 por ciento la mortalidad provocada por el Covid-19.
Sin embargo, López Obradorabrió un paréntesis para fustigar a quienes han incurrido en “agandalles” para aplicarse la vacuna cuando no le corresponde.
Citó el caso del director de un hospital en el estado de México, que fue retirado del cargo por el gobierno mexiquense; de un legislador de un “partido afin a nuestro movimiento en Coahuila, en donde se está realizando la investigación, para ver quién se dejó sobornar o apantallar y un director de un hospital no Covid en Tabasco, que ya fue cesado”.
“Así vamos a seguir”, añadió el presidente. “Afortunadamente no es la regla, es la excepción, son muy pocos lo que se comportan de esa manera. La mayoría de la gente entiende que hay que esperarnos hasta que nos toque. Yo voy a esperarme hasta que me toque, cuando vacunen a adultos mayores hay que vacunar al presidente”.
Fuente: La Jornada