Por Álvaro Delgado
Leí la frase de Enrique Krauze. Pensé que tropecé en la lectura. Volví a leer. Pero la frase es inequívoca. El historiador, miembro del Colegio Nacional, publicó en Twitter, el domingo 30 de mayo, una mentira descarada: “’Si la inteligencia no sirve a mi gobierno, muera la inteligencia’: Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México”.
Nunca López Obrador ha pronunciado tamaña barbaridad y el historiador no cita la fuente ni asume que él se la escuchó. Es decir, la frase es un invento, un embuste.
Habrá quien atribuya la patraña al símil de personalidades que Krauze hace de López Obrador con el general franquista José Millán-Astray, cuya frase cita en el mismo tuit: “Si la inteligencia sirve al mal, muera la inteligencia”.
Pero un historiador serio no fabrica frases entrecomilladas ni las atribuye a un jefe de Estado, por más aborrecible que le parezca. El problema es que las mentiras de Krauze son frecuentes, como lo hizo el mismo domingo.
Escribió Krauze: “El régimen no admite la variedad, no permite la crítica, no valora la tolerancia, no ejerce la civilidad, no respeta a las minorías, atropella las libertades y pasa por encima de los derechos humanos”.
Si alguien que no conoce México lee este párrafo, sobre todo en las élites de otros países, pensaría que Krauze la escribió en el exilio, como un acto de resistencia ante la tiranía.
Pero no: Krauze publicó su crítica en el diario Reforma, que difunde lo que le da la gana, con él y otros personajes análogos que no han sido censurados por Juan Pardinas, su director, por órdenes del gobierno de López Obrador.
¿Qué libertades “atropella” López Obrador y su gobierno? ¿A quién se han censurado en México y quién ha sido acallado más allá de su propia cobardía? ¿No es Krauze el artífice de la coalición de tres partidos políticos llamada “Va por México”?
López Obrador tiene enormes limitaciones, él y su gobierno, pero éstas son expuestas sin límite en todos los medios y sometidas al enjuiciamiento implacable de opinadores como el propio Krauze, porque éstos dominan casi todo el espectro de la radio, la televisión, los medios impresos y hasta los digitales, con la misma agenda de la coalición armada por Claudio X. González y Gustavo de Hoyos.
El fondo es que hace tiempo Krauze renunció a las ideas para abrazar causas políticas como ideólogo. Desde que 2006 se entregó a su amigo Felipe Calderón, goza más mandar que pensar: Desde orquestar campañas, como la “operación Dublín”, hasta asesoras iniciativas electorales.
Krauze, quien ha sido consejero de Margarita Zavala y Calderón, y Héctor Aguilar Camín son los ideólogos que justificaron la formalización del PRIAN con el desplegado del 15 de julio, cuyo propósito era “recuperar el pluralismo político” previo al 2018, paraíso de honradez y prosperidad con Calderón y Enrique Peña Nieto.
Quizá ha llegado el momento de que Krauze descienda de la atalaya y se enrole formalmente en la oposición partidaria, cuyo deber es oponerse a los abusos y desviaciones del poder público, hasta con mentiras…
@ALVARO_DELGADO