Ante declaraciones triunfalistas del Gobierno mexicano de que la economía en el país “ha mejorado” con relación a las dificultades que enfrentan otras naciones latinoamericanas, la realidad de la pobreza cíclica de la población confronta cualquier discurso con las mismas cifras oficiales.
En los dos primeros años del Gobierno de Enrique Peña Nieto, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el número de mexicanos pobres aumentó en 2 millones, lo que significa que para 2014, la población con problemas para satisfacer sus necesidades básicas de vida ascendió a 53,6 millones de personas, lo que representa casi el 47% del total de los mexicanos (120 millones). Es decir, uno de cada dos mexicanos vive en pobreza.
Durante un siglo, la evolución de la pobreza en México ha ido en aumento, como una forma cíclica entre generaciones que destina a las familias a vivir permanentemente en pobreza, mientras que ninguna política pública de cada Gobierno sexenal durante los últimos 100 años ha sido eficaz para disminuir el hambre, mejorar educación y salud y dotar de vivienda a millones de mexicanos.
Los gobiernos de derecha que han permanecido en el poder, los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de Acción Nacional (PAN), han utilizado los programas sociales para manipular a la población en procesos electorales y mantenerse en el poder, así como desviar dinero público para beneficio personal y de sus organizaciones partidistas.
Una investigación titulada ‘Evolución de la pobreza y estratificación social en México 2012-2014’, elaborada por los investigadores del Colegio de México Julio Boltvinik y Araceli Damián, sostiene que cada año más personas caen en esta terrible condición de vida, al punto que el 84,3% de la población mexicana -lo que contradice las optimistas cifras oficiales- padece pobreza por ingresos.
Esas cifras reflejan el deterioro económico del país y los altos índices de desempleo y subempleo, así como la reducción del poder adquisitivo de los salarios en todo el país. Para el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, órgano independiente responsable de medir los niveles de pobreza y desarrollo del país, la pobreza actual es prácticamente la misma que la que se tiene desde 1992.
En ese elevado nivel de pobreza, los estudiosos de la materia han tenido que diferenciarla en varias categorías, pero sin duda la más preocupante es la pobreza extrema, en donde las cifras oficiales también son distintas a las que arrojan los estudios académicos y por ello los datos fluctúan entre los 10 millones y 30 millones de mexicanos que todos los días tienen problemas para resolver su alimentación, y ya no hablemos de educación y salud, porque estas dos necesidades básicas pasan a ser secundarias cuando la gente no tiene qué comer.
Esta crisis de hambruna amenaza con posibles estallidos sociales en diversas regiones del país, en donde los mexicanos están cansados de ver cómo la corrupción, la impunidad y la injusticia son las formas de gobierno a las que los políticos se niegan a renunciar.
Fuente: RT