Alguien en Nueva Orleáns construyó un altar público en su honor. Un actor de Albuquerque dice que lo ayudó a conseguir un papel en el programa televisivo “Breaking Bad”. Aparece a cada rato en refugios de la frontera entre México y Estados Unidos y se la ve en los tableros de vehículos usados para contrabandear metanfetaminas por el desierto.
Popular en México y a veces vinculada con el narcotráfico, el esqueleto que representa a la Santa Muerte tiene también muchos fieles al norte de la frontera, sobre todo entre propietarios de comercios, artistas, activistas gays y los pobres, incluidos muchos no hispanos y gente que no está vinculada con religiones organizadas.
Con su sotana negra y una guadaña en una mano, la Santa Muerte atrae a personas que buscan ayuda en el más allá: desde gente que quiere no ser víctima de delitos o busca venganza hasta personas que tratan de evitar que sus amantes les sean infieles o que ansían conseguir mejores trabajos. También están los que quieren que proteja sus cargamentos de drogas y ahuyente a la policía.
“Su crecimiento en Estados Unidos ha sido extraordinario”, declaró Andrew Chesnut, autor de “Devoted to Death: Santa Muerte, the Skeleton Saint” (Devoto de la muerte: La Santa Muerte, la santa del esqueleto). “Dado que le puedes pedir cualquier cosa, tiene un gran atractivo masivo y está generando apoyo de distintos sectores en todo el país”.
Es imposible determinar exactamente cuántos fieles tiene, pero no hay duda de que cada vez son más, aseguró Chesnut.
La santa es particularmente popular entre los mexicanos católicos, quienes le piden milagros casi tanto como a San Judas y a la Virgen de Guadalupe a pesar de que la Iglesia Católica de México dice que la Santa Muerte es un culto satánico, según expertos.
Su imagen aparece en tarjetas con oraciones en las que se habla de venganza y protección, las cuales a veces aparecen en sitios donde ha habido matanzas de personas o en cargamentos de drogas.
El jefe de la policía de West Texas Robert Almonte dijo que ha declarado sobre la Santa Muerte en al menos cinco casos de tráfico de drogas en los que esa imagen ayudó a los fiscales para que consiguieran veredictos de culpabilidad.
El año pasado Almonte declaró que una tarjeta de oraciones con una estatua de la Santa Muerte hallada con un kilo de metanfetaminas en el vehículo de una pareja era un “instrumento” que usaban los narcotraficantes para ahuyentar a la policía. Ese testimonio ayudó a que el acusado fuese hallado culpable de narcotráfico.
Almonte visitó altares en todo México y ofrece talleres sobre el culto de la santa en distintas dependencias policiales.
“Los delincuentes le piden a la Santa Muerte que los proteja de las autoridades”, expresó Almonte. “Pero hay gente buena que le reza y que no está involucrada en actividades delictivas, por lo que hay que tener cuidado”.
Fuente: AM de León