Por Octavio Islas
El viacrucis del fundador del australiano inició el 5 de abril de 2010. Ese día, WikiLeaks publicó un video clasificado, cuyas imágenes exhibieron a tripulantes de un helicóptero Apache del ejército de Estados Unidos en el momento en el que acribillan a un grupo de civiles.
Sin embargo, el miércoles 6 esa posibilidad se desvaneció cuando la jueza Baraitser informó su decisión de negarle a Assange la libertad condicional, por considerar que podría fugarse del Reino Unido.
El viacrucis del fundador del australiano inició el 5 de abril de 2010. Ese día, WikiLeaks publicó un video clasificado, cuyas imágenes exhibieron a tripulantes de un helicóptero Apache del ejército de Estados Unidos en el momento en el que acribillan a un grupo de civiles, entre los cuales, además de ciudadanos iraquíes, se encontraban dos periodistas que laboraban en la agencia Reuters.
El video fue nombrado ‘Collateral Murder’ –asesinatos colaterales–. Los referidos hechos se registraron en Bagdad, en 2007.
El video generó profunda indignación en la opinión pública internacional. Para intentar atenuar los daños, voceros del ejército de Estados Unidos declararon que la tripulación del helicóptero confundió con insurgentes armados al grupo de civiles que fueron acribillados.
Antes de la publicación del mencionado video, WikiLeaks había realizado algunas filtraciones que resultaron incómodas al gobierno estadunidense.
En diciembre de 2007 publicó un manual de la armada de Estados Unidos para los soldados que están a cargo de los prisioneros en el Campo Delta en la Bahía de Guantánamo, Cuba. El referido manual contenía un detallado repertorio de instrucciones que afirman el rotundo desprecio a los más elementales derechos humanos de los prisioneros.
Poco después de haber difundido el video ‘Collateral Murder’, el 25 de julio de 2010 WikiLeaks publicó más de 90 mil documentos clasificados de la guerra en Afganistán. Esos documentos comprendían informes sobre las operaciones destinadas a la localización de Osama bin Laden y los relativos a la muerte de civiles afganos en acciones militares realizadas por miembros del ejército estadunidense.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos abrió un proceso contra Assange por espionaje y traición, que podría justificar la aplicación de la pena de muerte. Además, el gobierno del país norteamericano emprendió un efectivo bloqueo financiero a los fondos y recursos de WikiLeaks.
Assange fue acusado por ayudar y alentar a la soldado Chelsea Elizabeth Manning –quien al nacer fue registrada como Bradley Edward Manning– para robar material clasificado del ejército estadunidense, mismo que le fue entregado a WikiLeaks para su difusión.
Según el Departamento de Justicia, las filtraciones realizadas por Assange y WikiLeaks expusieron a graves riesgos la vida de un gran número de personas al revelar su identidad.
Las represalias contra Assange fueron inmediatas. El director de WikiLeaks entonces residía en Suecia. El 21 de agosto de 2010, la fiscal María Häljebo ordenó el arresto del australiano, quien fue acusado de la violación de Anna Ardin, una activista relacionada con la oposición al gobierno cubano.
A las pocas horas, Häljebo decidió retractarse y retiró los cargos contra Assange, por considerar que no había motivos para suponer que el australiano estuviera implicado en el referido delito.
Sin embargo, en septiembre de 2010 la fiscal superior en Suecia, Marianne Ny, consideró que efectivamente había razones para suponer que Assange perpetró la violación, por lo que procedió a reabrir las investigaciones contra el fundador de WikiLeaks.
Además, Assange fue notificado de otro cargo: una acusación de acoso sexual a Sofia Wilen. Aquel decidió huir de Suecia y se refugió en el sur de Inglaterra.
El 7 de septiembre de 2010, se presentó voluntariamente en una comisaría londinense. Fue detenido por la policía metropolitana. El 16 de diciembre consiguió libertad bajo fianza, debido a que un tribunal británico rechazó un recurso presentado por la fiscalía sueca para mantener al australiano en prisión.
El 24 de febrero de 2011, el juez Howard Riddle autorizó la extradición de Assange a Suecia. Sin embargo, el verdadero peligro radicaba en la posibilidad de que el gobierno sueco permitiera su extradición a Estados Unidos.
Tal posibilidad no resultaba descabellada. El primer ministro sueco, Frederik Reinfeldt, públicamente se refería a Assange como culpable de los cargos que enfrentaba. Por ello, el martes 19 de junio de 2012, Assange se refugió en la embajada de Ecuador en Londres, y solicitó asiló político al gobierno ecuatoriano.
Las relaciones entre los gobiernos de Reino Unido y Ecuador se tornaron tensas. El 16 de agosto de 2012, a través de la cancillería, el presidente Rafael Correa concedió asilo político a Julian Assange.
En agosto de 2016, el gobierno del Reino Unido fracasó en un intento de asalto a la sede diplomática ecuatoriana en Londres, donde permanecía resguardado el australiano.
En el marco de las elecciones presidenciales celebradas en noviembre de 2016 en Estados Unidos, WikiLeaks filtró comprometedores correos electrónicos de Hillary Clinton, la candidata presidencial del Partido Demócrata, quien acusó a WikiLeaks y Assange de haber colaborado con Rusia para asegurar su derrota en los comicios que llevaron a Donald Trump a la presidencia de la Unión Americana.
El cambio de gobierno en Ecuador modificó radicalmente el panorama de Assange. El sucesor de Correa, Lenin Boltaire Moreno Garcés, asumió el poder el 24 de mayo de 2017.
El 12 de diciembre de ese año, el presidente Moreno concedió a Assange la carta de naturalización. Tres días después, el 15 de diciembre, Assange fue designado consejero de la embajada de Ecuador en Londres y el 19 del mismo mes lo nombraron consejero de la embajada de Ecuador en Moscú. Tales nombramientos no fueron reconocidos por el gobierno del Reino Unido.
De inmediato Assange empezó a publicar sus opiniones en redes digitales. Ello dio el pretexto al gobierno de Lenin Moreno para justificar el radical viraje en la posición diplomática que en principio su gobierno había asumido con aquel.
En enero de 2018, Moreno, ya distanciado de Rafael Correa, calificó el asilo de Assange como una molestia para su gobierno. El 28 de marzo de 2018, Ecuador prohibió a Assange acceder a las plataformas de comunicación, incluido Internet.
En septiembre, el australiano presentó su dimisión como director general de WikiLeaks, conservando el cargo de editor.
El gobierno de Lenin Moreno finalmente dio la espalda a Assange y el 11 de abril de 2019 le retiró el asilo político y la nacionalidad ecuatoriana. Además, autorizó el ingreso de las autoridades británicas a la embajada de Ecuador en Londres para aprehender a Assange.
Dos años antes, en mayo de 2017, el gobierno sueco decidió cerrar la causa contra Assange.
Sin embargo, en abril de 2019, una vez aprehendido, la fiscalía sueca informó sobre la posibilidad de reabrir el caso por la presunta violación de Ardin.
Seis meses después, ante la indignación que generó la postura del gobierno sueco, la fiscalía decidió desistir de tal propósito.
El 1 de mayo de 2019, Assange fue sentenciado a 50 semanas de prisión en Reino Unido, por haber violado los términos de la libertad condicional que le fue otorgada en 2010, al haberse refugiado en la embajada de Ecuador en Londres el 19 de junio de 2012.
Assange fue remitido a la cárcel de alta seguridad en Belmarsh, ubicada en el sur de Londres.
El gobierno de Estados Unidos no ha desistido en su intención de extraditarlo para imponerle una pena de 175 años de prisión por espionaje.
Como destacado activista de Internet, las agudas revelaciones de Assange sobre las prácticas de espionaje del gobierno estadunidense consignadas en el libro ‘Cypherpunks’ (2012), del que es coautor, han sido plenamente confirmadas por Edward Snowden, informante y exempleado de la Agencia Central de Inteligencia y de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA), en el libro ‘Vigilancia Permanente’ (2019).
Assange nació el 3 de julio de 1971 en Townsville, Queensland, Australia. Tiene 49 años; sin embargo, hoy parece un anciano. La anticipada vejez de Assange podría ser atribuida a la década que ha perdido en los laberintos judiciales en Reino Unido.
En alguna ocasión, refiriéndose al trabajo que realizan los periodistas, Assange afirmó que, de hacer correctamente su trabajo, obligando a los gobiernos a la transparencia y la efectiva rendición de cuentas, WikiLeaks no tendría necesidad de existir.
Fuente: Proceso