La reforma energética no ha logrado revertir el decremento de la producción nacional de combustibles, a cargo de Pemex Refinación y Transformación
, informó la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
En 2016 la subsidiaria de Petróleos Mexicanos sólo produjo 37.7 por ciento de la demanda nacional de gasolinas y 55.9 de la de diésel; el resto lo cubrió con importaciones, lo cual le reportó una pérdida neta de 62 mil 486 millones de pesos y un subejercicio de 4 mil millones en mantenimiento de las refinerías, indicó en su informe de la cuenta pública de ese año.
La auditoría recordó que desde 2013 se emprendió un programa de reconfiguración de tres refinerías, con el propósito de aumentar la capacidad de procesamiento de crudos pesados y obtener mejores combustibles.
En contraste con la baja producción, la demanda aumentó, lo cual creó un déficit en el abasto de gasolinas y diésel que ha sido cubierto con crecientes importaciones.
La auditoría confirmó que las refinerías presentan brechas operativas y estructurales con las empresas líderes en el ámbito internacional, como bajo nivel de utilización de plantas, elevado consumo de energía, configuración desactualizada y alto índice de paros no programados
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Expuso que como intento por resolver el problema se aprobó la reforma energética, después de décadas de que el Estado mantuviera el monopolio en el procesamiento y refinación del crudo, así como en la producción de petrolíferos, con la que se abrió el mercado a la participación privada
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En su informe detalló que Pemex Refinación y Transformación satisfizo 99.2 por ciento la demanda interna de gasolinas y 100 por ciento la de diésel.
Sin embargo, para ello debió recurrir a la importación de combustibles. En cuanto a gasolina, 37.7 por ciento se cubrió con producción nacional, cifra inferior en 26.7 a la meta de 51.4, y respecto del diésel 55.9 de la demanda se satisfizo con producción interna, proporción menor en 18.8 al objetivo de 68.8, por lo que no cumplió con los propósitos de producción nacional de sus dos principales productos
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Además, resaltó que no pudo determinar en qué parte de la cadena de valor de gasolinas y diésel ocurrió la pérdida de 62 mil 486 millones de pesos, debido a que la empresa careció de registro de los gastos para el transporte y almacenamiento de los combustibles, lo que limita su capacidad para tomar decisiones que permitan aumentar la rentabilidad de sus dos principales líneas de negocios
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Constató, aun así, que el incumplimiento de las metas de producción nacional de combustibles influyó en el déficit, porque si bien el costo de producción de Magna, Premium y diésel fueron inferiores en 61.1 por ciento, 56.2 y 61.5, respectivamente, a los costos de importación, debido a la reducción del precio del barril de petróleo y al incremento del tipo de cambio, no capitalizó la oportunidad que ofreció el contexto internacional
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Esto, debido a que para satisfacer la demanda importó 60 por ciento de la oferta de gasolinas y 44.1 por ciento de diésel
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Fuente: La Jornada