La PGR manipuló evidencias, revelan antropólogos argentino

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El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) presentó verdades científicas que contradicen la “verdad histórica” con la que el titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, intenta cerrar el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, y evidenció que, con tal de hacer cuadrar la versión oficial, la Procuraduría forzó resultados, ocultó información y apresuró conclusiones. Además, cometió errores que pusieron en riesgo la identificación de los restos enviados a Austria.

Por Marcela Turati/ Proceso

La cadena de “problemas serios” es brutal. Por ejemplo, la PGR omitió mencionar que al menos desde 2010 el basurero de Cocula, donde supuestamente fueron calcinados los estudiantes, ha sufrido incendios recurrentes y que tenía restos de por lo menos otra persona muerta que no es ninguno de los estudiantes, por lo que los huesos y objetos presentados como evidencia del crimen en las conferencias podrían ser de otros incendios y otras personas.

Estas conclusiones se desprenden de un informe que el equipo de expertos independientes que representa a las familias de las víctimas y coadyuva en las investigaciones, entregó hoy a los familiares en una reunión en la Ciudad de México que duró más de seis horas.

“Simplificaron enormemente la evidencia y sólo vieron una posibilidad que tiende a coincidir con la historia que presentaron. Usan la ciencia para justificar los testimonios (aportados por los sicarios) en vez de usarlos para contrastar”, dijo el experto.

“La evidencia física debe ser interpretada en todas sus posibilidades, sin dar preferencia a aquellas interpretaciones que sólo incluyen una posible coincidencia con los testimonios de los imputados”, agrega el comunicado.

Hasta el momento –se les dijo a los padres– no existe evidencia de que el asesinato y la desaparición de los jóvenes hubieran ocurrido en el basurero de Cocula la madrugada del 27 de septiembre de 2014, aunque tampoco se cierra la posibilidad de que alguno o algunos de los estudiantes hubieran pasado por ahí.

Esto plantea dudas de la versión de la PGR, basada en los testimonios de los supuestos sicarios de Guerreros Unidos, que señalaron que asesinaron a los estudiantes en el basurero, los calcinaron y fragmentaron sus huesos, los cuales echaron en bolsas negras que después esparcieron en el río San Juan.

El prestigiado equipo internacional había mantenido silencio tras la rueda de prensa del 25 de enero en la que el procurador dio a conocer lo que llamó la “verdad histórica” del caso Ayotzinapa, basada en testimonios de los asesinos y pruebas científicas que supuestamente los avalaban, y en la que arremetió contra los argentinos por haber dicho que faltaban evidencias para determinar dónde ocurrió el asesinato y de dónde fue obtenido el hueso de Alexander Mora Venancio, el único de los normalistas identificado por el laboratorio especializado de Austria.

“No íbamos a hacer esto público, lo normal hubiera sido que los dos equipos hubiéramos presentado nuestras conclusiones al mismo tiempo, al final de la investigación, pero con lo dicho en la conferencia no nos dejaron otra opción”, comentó a Proceso un miembro del equipo argentino.

El EAAF está integrado por 30 peritos de ocho países: México, Argentina, Uruguay, Colombia, Canadá, Estados Unidos, Francia y España.

No presenció recolección de hueso

En el documento, el equipo contradice al procurador al reiterar que ninguno de sus integrantes presenció el momento de la recolección de la bolsa sacada del río San Juan, donde supuestamente estaba el hueso de Alexander Mora Venancio.

Explica que el pasado 29 de octubre mientras trabajaban en el basurero fueron llamados a la vera del río San Juan –a 10 kilómetros de distancia– donde se toparon con una lona sobre la que se encontraban un número importante de huesos expuestos que, se les dijo, habían salido de una bolsa negra arrojada al agua por los sicarios. Ahí estaba ese hueso “llamativo, poco quemado, grande y bien conservado”, que de inmediato llamó a todos la atención.

En ese momento los forenses se incorporaron a la limpieza de los restos recolectados.

Sin embargo, nunca les mostraron un documento clave: la cadena de custodia que debían de haber firmado los marinos que supuestamente encontraron el hueso al momento de entregarlo a PGR. Aunque han solicitado a las autoridades en reiteradas ocasiones ese documento siguen sin conocerlo.

Basurero sin vigilar; entraron sin avisar

Aunque la PGR y el EAAF trabajaron juntos del 27 de octubre al 6 de noviembre en el levantamiento de posibles evidencias en el basurero, posteriormente el equipo de expertos independientes se enteró de que el 15 de noviembre ministerios públicos y peritos de la PGR entraron solos al basurero y sin avisar a recoger evidencias que no habían visto al momento en que trabajaron juntos. Era muestras de tierra y 42 evidencias balísticas.

El equipo argentino planteó al procurador y a su equipo esas “serias irregularidades” y solicitó “considerar excluir” o evaluar “si convenía legalmente” presentar esa evidencia, porque podía ser desestimado como prueba en cualquier juicio.

Cuando los argentinos leyeron el informe que los peritos hicieron sobre esa diligencia, encontraron que habían dejado escrito lo que ya habían denunciado: que hallaron el basurero sin custodia policiaca y sin acordonamiento.

En el dictamen de criminalística de campo del 15 de noviembre del 2014 los peritos de la PGR dejaron escrito: “El lugar en sus generalidades se observa que no se encuentra preservado, ya que en el momento de la presente intervención no hay elementos de seguridad resguardando el lugar, o algún tipo de acordonamiento.”

Y es que desde el primer fin de semana de noviembre los medios de comunicación publicaron las primeras fotografías desde adentro del basurero. Al percatarse, el equipo solicitó a PGR que custodiara el lugar por ser “sitio clave” para la investigación. Entre el día 7 y el 27 no hubo vigilancia.

Error en toma de perfiles genéticos

Debido a los altos niveles de exposición de fuego y calor que sufrieron los restos levantados en el basurero, tuvieron que ser enviados a un laboratorio de la Universidad de Innsbruck, en Austria, donde les harían los análisis más avanzados de ADN para ver si alguno coincidía con la sangre de las familias.

La PGR envió 134 muestras de sangre de 43 familias mientras que el equipo argentino 135 de la misma gente. Pero al hacer un comparativo de los perfiles genéticos se encontró que la PGR había errado en 20 de éstos, con lo que afectaba a 16 familias de las 43. Si los huesos no hubieran estado tan degradados con ese error no hubiera posible la identificación.

“En experiencia del EAAF, es inusual tener diferencias entre laboratorios de análisis de ADN en lo que se refiere a perfiles genéticos que emanan de muestras de sangre tomadas directamente a familiares, ya que el procesamiento de las mismas es sencillo”, indica el comunicado.

Posteriormente el equipo notó un segundo error: que 11 de los 20 perfiles genéticos errados sí estaban bien anotados en las averiguaciones previas, pero habían sido anotados incorrectamente en los papeles enviados a Innsbruck.

Cuando el EAAF pidió una cita para reclamar el error la Coordinación de Servicios Periciales de PGR, de inmediato admitieron que el error era suyo. Entonces, por instrucción de Murillo, se pidió al laboratorio sólo analizar los perfiles enviados por los argentinos.

El procurador también ordenó que la Coordinación de Servicios Periciales de la PGR presentara en la averiguación previa correspondiente un dictamen rectificando los perfiles genéticos con errores. Pero el EAAF señala que aún no tiene certeza de que ambos compromisos se hayan cumplido plenamente y advirtió: “Esto puede afectar futuras comparaciones que pudieran realizarse si se enviaran nuevas muestras de restos al laboratorio de Innsbruck.”

“Es importante aclarar que los perfiles genéticos de los familiares del Sr. Alexander Mora Venancio”, indica el comunicado.

Siempre hubo fuego en el basurero

Aunque la PGR en su conferencia presentó evidencias físicas del incendio ocurrido en el basurero (especialmente materiales fundidos), como si hubieran quedado así por la pira fúnebre de los estudiantes, el equipo encontró que ese basurero ha sido quemado en distintas ocasiones.

Para sustentar su dicho, presentó imágenes satelitales de 2010, 2012 y 2013 en las que se ve salir humo del basurero con las “mismas dimensiones de quema multiepisoidal de fuego”.

“En estas imágenes satelitales –indica el comunicado–, la zona inferior del basurero muestra signos de fuego, incluyendo una coloración azul en algunas de ellas que los expertos consultados por el EAAF, señalaron como compatible con humo proveniente de un fuego activo. Dichas zonas quemadas, en gran medida, corresponden a la misma sección examinada por peritos del EAAF y la PGR en octubre y noviembre del 2014. Estas imágenes muestran la presencia de múltiples episodios de fuegos en la zona del basurero por lo menos cuatro años antes de los eventos que la PGR presentó como un único evento de quema en su conferencia del 27 de enero del 2015”.

Por eso mismo, los expertos del equipo argentino indican que no se puede distinguir si las evidencias presentadas por la PGR corresponden al fuego en el que habrían sido quemados los estudiantes o si son irrelevantes para la investigación.

El basurero tiene cuerpos de otras personas

El 27 de enero, día de la rueda de prensa de Murillo, los peritos del gobierno e independientes sólo habían analizado dos de las 137 cuadrículas de tierra extraídas del basurero.

Al avanzar en el análisis, el EAAF encontró la presencia de restos humanos que no corresponden a los normalistas. Esto lo asegura a partir de que encontró una prótesis dental, inferior y superior, que embona totalmente, y que es de una persona desconocida ya que ninguno de los normalistas usaba prótesis.

“Esto no excluye que a algunos de los estudiantes les ocurrió (la misma suerte). Pero aún no hay evidencia en el basurero, pero sí que hay personas que no pertenecen a Ayotzinapa”, explicó el forense, quien dijo que requieren que se les permita trabajar para poder aportar conclusiones definitivas.

“La investigación aún no está finalizada, no se puede dar una versión como si esto hubiera terminado. De otra manera no se ven todas las otras posibilidades de interpretación del mismo hecho”, dijo.

El término aproximado del análisis de las evidencias –indicó el experto– será de tres meses, aunque podría aumentar si se encuentran otros puntos donde pudieran haber pasado los estudiantes.

El caso se sigue basado en evidencia testimonial de los supuestos asesinos.

Conclusiones
Estas son las conclusiones que menciona el comunicado:

1.- Las imágenes satelitales del basurero de Cocula obtenidas por el EAAF –y también aquellas disponibles al público en Google Earth– muestran que el área de fuego en la superficie inferior del basurero de Cocula, que la PGR indica como la utilizada para quemar los restos de los 43 normalistas, ha sido utilizada en realidad en fuegos anteriores al menos desde el año 2010.

Por lo tanto, las fotos satelitales indican que interpretar la evidencia recogida en la zona baja del Basurero por peritos de la PGR y del EAAF como un solo evento de fuego ocurrido según PGR el 26 de septiembre del 2014, refleja una lectura parcial de la evidencia recolectada en dicho lugar.

2.- En el análisis de los restos óseos recuperados en el basurero de Cocula y analizados hasta el momento, el EAAF encontró evidencia que sugiere fuertemente la posibilidad de que en la zona de fuego analizada en el basurero se encuentren presentes restos humanos que no pertenecen a los normalistas.

3.- El EAAF desea reiterar que esto no excluye la posibilidad de que algunos de los normalistas hayan corrido la suerte señalada por la PGR; aunque aún, en nuestra opinión, no hay evidencia científica al respecto en el basurero de Cocula.

4.- La investigación sobre Ayotzinapa no puede darse por concluida toda vez que aún falta procesar una cantidad importante de evidencia tanto por los peritos de la PGR como del EAAF. Se necesita mayor tiempo de análisis de los restos óseos y toda evidencia asociada a ellos. Esta tarea llevará varios meses más de trabajo.

Hasta momento, se han analizado en profundidad cerca de 30 de las 137 cuadrículas que componen el área de investigación del basurero de Cocula. Los peritos de ambas instituciones aún deben examinar más de 100 cuadriculas adicionales.

5.- La evidencia física debe ser interpretada en todas sus posibilidades, sin dar preferencia a aquellas interpretaciones que sólo incluyen una posible coincidencia con los testimonios de los imputados.

6.- En resumen: En opinión del EAAF, los peritajes de PGR deben ser evaluados por peritos independientes, estableciendo su rigor científico. El envío de 20 perfiles genéticos de los familiares de los estudiantes de desaparecidos de Ayotzinapa con problemas que no permiten su utilización, la interpretación del sitio del basurero como un solo evento de fuego cuando es posible comprobar que no los es, la recolección de evidencia fuera de los acuerdos de trabajo conjunto establecidos con el EAAF, el abandono de la custodia del basurero, sitio clave en la investigación de este caso, entre otros serias dificultades, así lo atestiguan.

Las recomendaciones

1.- Garantizar la protección del sitio basurero de Cocula;

2.- Garantizar la protección, centralización y acceso a la evidencia recogida tanto biológica (restos óseos) como no biológica (alambres, llantas, vidrios etc) recogida en el Basurero de Cocula y según la PGR, proveniente del Rio San Juan;

3.- Acceso a todos los dictámenes forense que se encuentran en la averiguacion previa correspondiente a Ayotzinapa;

4.- Garantizar la continuidad del trabajo de peritos independientes en la investigación del caso Ayotzinapa;

5.- Una vez finalizado el análisis de evidencia del Basurero de Cocula, el EAAF invita a una junta de peritos a los forenses de PGR para analizar y comparar los resultados alcanzados;

6.- Mantener una política de comunicación de avances en la investigación del caso Ayotzinapa que priorice informar a los familiares de los normalistas desaparecidos antes que a la opinión pública;

7.- Enlace de la investigación forense de Ayotzinapa con el Grupo InterDisciplinario de Expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos que se instalará en México próximamente.

El equipo de peritos trabajando para el EAAF en la investigación de Ayotzinapa y casos conexos suman a la fecha 30 profesionales que provienen de los siguientes países: México, Argentina, Uruguay, Colombia, Canadá, Estados Unidos de América, Francia y España. Dichos profesionales cubren las siguientes especialidades: antropología forense, medicina forense, arqueología forense y criminalística, criminalistas especialistas en fuego, genética forense, botánica y entomología forense.

Fuente: Proceso

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