Bajo el título “Belleza salvaje”, el Museo Victoria & Albert de Londres acoge una exposición dedicada al diseñador Alexander McQueen, desaparecido en 2010 a los 40 años de edad. La exposición revela los aspectos más oscuros, sorprendentes y geniales de su obra. Es la muestra más grande que el museo ha dedicado nunca al mundo de la moda.
“Hoy todos los jóvenes diseñadores se adaptan a la sociedad. Pero a Alexander McQueen nunca le interesó eso. Solo quería romper las normas, ser diferente. Por eso era tan fuerte”, explica Suzy Menkes, periodista de moda.
“Era alguien increíble, tenía mucha fuerza. Sus ideas eran diferentes. No se parecía a nadie. Era un hombre fantástico”, asegura el fotógrafo Nick Knight.
“Te hacía vivir experiencias increíbles, transmitía mucha emoción en sus desfiles, en sus colecciones. Nadie sabía de dónde había sacado sus ideas. Eso era lo más importante, las emociones”, asegura también la modelo Eva Herzigova.
Uno de los apartados más espectaculares de la exposición que está dividida en diez salas es el titulado “The Cabinet of Curiosities”, una amplia estancia amueblada con altas estanterías que reúne sus más extrañas creaciones, como sombreros de mariposas o corsés como
columnas vertebrales.
Sonnet Stanfill es la comisaria de la exposición.
“Su habilidad para contar historias, la presentación de sus desfiles. Su trabajo nunca se limitaba a presentar simplemente ropa. Su narrativa podía resultar impactante, incluso escandalosa. Pero su deseo no era sorprender, tampoco impresionar. Solo quería que sus propuestas tuviesen un significado más alla de los desfiles”, explica Stanfill.
No es una casualidad que la mayor retrospectiva de su obra en Europa, abierta al público hasta el mes de agosto, se haga en el Victoria & Albert, uno de los museos favoritos del diseñador, que tras brillar en Givenchy de 1996 a 2001 fundó Alexander McQueen, su propia e irrepetible marca.
Fuente: euronews