La manipulación de la CIA

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Las Dolorosas Verdades Dichas por Phil Agee

Por William Blum

El periodismo verdaderamente objetivo valora los datos concretos y la precisión por encima de todo lo demás, pero la prensa corporativa  – mientras pretende ser “objetiva” valora más el patriotismo falso como ha resultado evidente con los recientes denunciantes igual que hicieran anteriormente con Phil Agee quien expusiera los crímenes de la CIA.

Antes de que hubiera un Edward Snowden, William Binney y Thomas Drake….antes que hubiera un Bradley Manning, Sibel Edmonds y Josselyn Radack….hubo Philip Agee, Lo que informó Agee todavía es considerada la información más alarmante e importante sobre la política exterior de los Estados Unidos que cualquier denunciante del gobierno estadounidense haya revelado.

Philip Agee trabajo 12 años (1957-69) como oficial de la CIA (operativo en el servicio de inteligencia) la mayoría del tiempo en America Latina. Su primer libro, Dentro de la Compañía: El Diario de la CIA, publicado en 1974—un trabajo pionero sobre los métodos de la agencia y sus devastadoras consecuencias—se distribuyo en 30 idiomas alrededor del mundo y se convirtió en uno de los mas cotizados en muchos países; el libro incluyó un apéndice de 23 paginas con los nombres de cientos de operativos encubiertos de la agencia y organizaciones.

Bajo la manipulación, dirección, y usualmente, financiamiento de la CIA, había actuales y pasados presidentes de México, Colombia, Uruguay y Costa Rica, “nuestro ministro de trabajo,” “nuestro vice-presidente”, “mi policía”, periodistas, líderes laborales, estudiantiles, diplomáticos, y muchos otros.

Si la agencia deseaba diseminar propaganda anticomunista, causar fracturas en grupos de izquierda, o provocar la expulsión del personal de una embajada, solo necesitaba preparar unos documentos falsos, presentárselos a los ministerios de gobierno y periodistas adecuados, y – presto! – un escándalo instantáneo.

La meta de Agee al revelar los nombres de todos esos individuos era sencillamente dificultar lo más posible el trabajo sucio de la CIA.

Una táctica común de la agencia era escribir editoriales y noticias falsas para ser publicadas en los medios de America Latina sin dejar indicios o rastros de la autoría o financiamiento de la CIA.

El valor propagandístico de esas “noticias: podía multiplicarse al ser retransmitidas o publicadas por otras emisoras en América Latina quienes las diseminaban a través de una agencia o radio emisora propiedad de la CIA.

Algunas de esas historias llegaron a los Estados Unidos donde pudieron ser leídas o escuchadas por las/los norteamericanos ajenos a las maquinaciones de la compañía.

La clase obrera fue objeto de un cortejo especial. Las organizaciones laborales por docenas, a veces apenas más que membretes, fueron creadas, alteradas, combinadas, liquidadas, y nuevas creadas otra vez, en un casi frenético intento de encontrar la combinación perfecta para competir con los sindicatos de orientación de izquierda existentes, para arrebatarles el liderazgo nacional.

En 1975 esas revelaciones eran nuevas e impactantes; para muchos lectores/ras era el primer indicio de que esa política exterior norteamericana no era necesariamente lo que les habían enseñado en la escuela, o lo que les habían dicho en los reportes del New York Times.

“Es la descripción más completa del trabajo de espionaje que pudiera publicarse en donde sea, un relato auténtico sobre cómo un ordinario oficial inglés o americano opera…..todo….presentado con una precisión mortal,” escribió Miles Copeland, un ex jefe de estación de la CIA y ardiente opositor de Agee. (No hay ningún ex oficial de la CIA mas odiado por miembros del establishment de inteligencia que Agee; nadie se le acerca; en parte por sus viajes a Cuba y por haber tenido contacto prolongado con la inteligencia cubana.)

En contraste con Agee, WikiLeaks ocultó los nombres de los cientos de informantes mencionados en los casi 400,000 documentos que publicó sobre la guerra en Irak.

En 1969, Agee renunció a la CIA (así como colegas quienes “desde hace mucho tiempo dejaron de creer en lo que ellos estaban haciendo”).

Mientras huía de la CIA cuando estaba escribiendo “Dentro de la Compañía” – a veces literalmente corriendo por su vida – Agee fue expulsado o le rehusaron la entrada en Italia, Gran Bretaña, Francia, Alemania Occidental, Holanda y Noruega. (Alemania Occidental termino dándole asilo porque su esposa era una prominente bailarina en el país.)

El relato de Agee sobre el periodo en que huía puede encontrarse en su último libro On the Run (1987) que por cierto es una lectura apasionante.

* William Blum es autor de Killing Hope: US Military and CIA Interventions Since World War 2; Rogue State: A Guide to the World’s Only Superpower; West-Bloc Dissident: A Cold War Memoir; Freeing the World to Death: Essays on the American Empire.

 

Partes de sus libros pueden ser leídos y se puede comprar copias autografiadas al visitar el sitio: www.killinghope.org. Este articulo fue originalmente publicado en Blum’s Anti-Empire Report.

 

Fuente: Global Research, 28 de Junio 2013

Anti-Empire Report 27 de Junio 2013

 

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