La industria de mascotas, negocio de 2 mil mdp en la CDMX

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En la capital mexicana seis de cada 10 hogares tienen alguna mascota, principalmente perros o gatos, según cifras del Inegi. Esto ha generado un gran mercado. Se calcula que existen más de cuatro mil negocios, entre ellos veterinarias, giros para adiestramiento, estéticas y/o spa, venta de alimentos y accesorios, así como servicios de hotel, paseo, salud sicológica y repostería.

Por Sandra Hernández García 

Servicios de spa, venta de accesorios, repostería, resguardo y funerarias son parte de los negocios que conforman la industria de las mascotas en la Ciudad de México, que reporta una derrama económica anual de 2 mil 77 millones de pesos, de acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco), cifra que equivale al presupuesto de la alcaldía Xochimilco este 2022.

En la capital del país, seis de cada 10 hogares cuentan con alguna mascota, ya sea perro o gato, principalmente, indican cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi). Tan sólo entre 2013 y 2018 los negocios relacionados a los animales de compañía crecieron 189 por ciento, y en la actualidad se estima que hay 4 mil 124 unidades económicas dedicadas a giros como veterinaria, adiestramiento, estética, spa, funerarias, escuelas de educación y venta de alimentos, aunque también han surgido servicios de hotel, paseo, salud sicológica, restaurantes y repostería.

Por ejemplo, una sesión con un especialista etólogo, que se dedica a sicoanalizar el comportamiento de perros para resolver problemas de ladrido excesivo o miedo, entre otros, llega a costar hasta mil pesos; mientras una fiesta de cumpleaños, que incluye un pastel en forma de hueso, helados y pelotas comestibles, gorritos y collar de celebración, cuesta 550 pesos.

Uno de los nuevos negocios ha sido el de paseadores de perros, considerada una actividad relacionada al autoempleo. Plataformas en Internet ofrecen este servicio para las personas que no pueden sacar a sus mascotas debido a sus actividades cotidianas, y por el que se llega a cobrar entre 60 y 120 pesos la hora por perro en zonas como la Condesa y la Roma.

Si bien la Sedeco refiere que no hay datos de cuánto creció este sector en los pasados dos años, la dependencia indicó que se mantuvo durante la pandemia, pues las personas recurrieron a la tenencia de una mascota para pasar en compañía el confinamiento. Datos del Inegi refieren que a nivel nacional 85.7 por ciento de los mexicanos siente empatía con la vida no humana. Se calcula que en todo el país hay 25 millones de hogares con mascotas, donde habitan casi 80 millones de animales, a los que se les ha dado en llamar “perrhijos”.

De acuerdo con Consulta Mitofsky, los jóvenes de entre 18 a 29 años son el sector de la población que mayormente ha reportado tener un perro o un gato. Daniela Sáenz García es parte de esa estadística, la joven, quien renta un departamento en la colonia Juárez, tiene a una perrita de nombre Nalah, una cruza de maltés, a la que le compró un seguro de gastos médicos que le cuesta alrededor de 6 mil pesos al año.

(Derecha) En el parque México, de la colonia Hipódromo, personas que han rescatado a perros de la calle invitan a adoptarlos. (Izquierda) Dos de los negocios ligados a la industria de las mascotas son el de los paseos y las fiestas de cumpleaños, que incluyen pastel, pelotas y gorritos. Foto Marco Peláez, Luis Castillo y Sandra Hernández.

Gastos de manutención

Para Daniela ha sido preferible invertir en un seguro debido a los problemas de salud de su perrita, que padece de un soplo del corazón y que también demanda alimento especializado que le cuesta mil 200 pesos un costal de siete kilos cada cuatro meses.

“A la gente le sorprende mucho que le dé croquetas de salmón, pero lo necesita porque sufre de alergias. Me critican que los perros de la calle sobreviven sin alimento especial y que ahora los estamos haciendo delicaditos, pero yo digo que los perros de la calle sobreviven de milagro porque nadie los atiende”, dijo la joven de 27 años, quien ha preferido adoptar una perrita que tener un hijo, debido a las condiciones socioeconómicas y la responsabilidad que implica.

“Hace décadas, para nuestros papás era más fácil adquirir una vivienda y tener un trabajo más estable; ahora no, tan sólo rentar un departamento en la Ciudad de México es una locura. Además, no hay punto de comparación entre los gastos y cuidados que demanda un bebé, que necesita pañales, leche, toda una atención a lo que implica mantener un perrito”, dijo Daniela, quien sentenció que “cada segundo con mi perrita vale todo”.

Fuente: La Jornada

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