La derecha gana la presidencia en Argentina

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El opositor Mauricio Macri inauguró el domingo un nuevo ciclo político en Argentina al imponerse en la segunda vuelta electoral con 51,92% de los votos.

Macri, un tecnócrata conservador de 56 años, tendrá como principal desafío corregir los desequilibrios económicos como una inflación de al menos 27% anual, sin alterar el bienestar de los beneficiados por los programas asistenciales aplicados durante los 12 años consecutivos de kirchnerismo.

“Hoy es un día histórico, es un cambio de época, que va a ser maravilloso. Es un cambio que nos tiene que llevar hacia el futuro, hacia las oportunidades”, dijo un eufórico Macri a sus seguidores en el centro de campaña.

Escrutados 93,82% de los votos el líder del frente opositor Cambiemos se imponía por casi cuatro puntos de ventaja con sobre el candidato oficialista Daniel Scioli, del Frente para la Victoria, que obtenía 48,08%.

Scioli, de 58 años, reconoció el triunfo de su rival antes sus seguidores.

El peronista señaló que “Argentina se transformó, se ampliaron derechos, se mejoró la distribución del ingreso, siempre hay cosas para mejorar, pero también es justo reconocer todo lo que hemos avanzado. Esa será nuestra responsabilidad a partir del 10 de diciembre, cuidar y tratar de influir para que las cosas vayan siempre mejor”.

Macri recibirá ese día la presidencia de manos de Cristina Fernández, quien junto a su antecesor y fallecido marido Néstor Kirchner (2003-2007) creó dentro del peronismo el movimiento de centroizquierda impulsor de políticas sociales y de derechos humanos.

Los gobiernos de ambos estuvieron caracterizados por una fuerte intervención estatal en la economía y un estilo personalista de ejercer el poder que provocó confrontaciones con rivales políticos y una grieta en el seno de la sociedad.

El líder del frente opositor Cambiemos indicó que el cambio que propone “no puede detenerse en revanchas y ajustes de cuentas… tiene que poner toda la energía en construir la Argentina que soñamos”.

Cambiemos gobernará a nivel nacional, en la provincia de Buenos Aires – la más poblada e importante del país-, y en la capital, bastión desde 2007 de Propuesta Republicana (PRO), el partido creado y liderado por Macri.

El reto principal del presidente electo será económico: Para evitar que se licúe su poder político en el corto plazo deberá llevar a cabo las correcciones necesarias sin provocar ajustes que generen una gran devaluación del peso y el consiguiente incremento de los precios.

“El éxito de su presidencia dependerá mayormente en su habilidad para mejorar de forma exitosa las condiciones macroeconómicas”, dijo Daniel Kerner, responsable del área de América Latina en la consultora Eurasia Group, con sede en Estados Unidos.

Al respecto, indicó que “el mayor desafío será el manejo de la devaluación” que previsiblemente se producirá cuando Macri elimine las restricciones a las compras de dólares vigentes desde hace cuatro años lo que, según anunció en la campaña, hará de inmediato.

Macri se abocará además a incrementar las alicaídas reservas del Banco Central, que están en unos 26.000 millones de dólares.

Uno de los nubarrones que le acecha es la disputa en los tribunales de Estados Unidos con un grupo de bonistas que exigen a Argentina el pago de una deuda millonaria, la cual ha ahuyentado a los inversionistas y mantenido al país excluido de los mercados crediticios.

En el escenario político, el conservador se topará con algunas limitaciones, como el hecho de que el Frente para la Victoria mantendrá el control del Senado y será la primera minoría en la Cámara de Diputados, además de gobernar en 15 de los 24 distritos.

A su vez, Fernández se irá del gobierno con un nivel de apoyo de más de 40% y el interrogante de si se convertirá en la líder del peronismo opositor.

Para los analistas se inaugura una época de consensos. La falta de una mayoría absoluta de Cambiemos en el parlamento obligará a la fuerza oficialista a pactar con sus adversarios, entre los que también hay peronistas que no comulgan con el kirchnerismo y que en la primera vuelta electoral lograron 21% de apoyo.

Macri cuenta a su favor con la victoria en la provincia de Buenos Aires, representante de 37% del padrón electoral, en donde se resquebrajó el poder del peronismo que gobernaba allí desde 1987.

El triunfo de Macri tendrá un impacto en la política regional. En la campaña anunció que pedirá la expulsión de Venezuela del Mercosur por la situación de los líderes opositores detenidos.

Asimismo se mostró partidario de derogar el polémico acuerdo de Argentina con Irán para avanzar en el esclarecimiento del atentado contra un centro judío de Buenos Aires en 1994, por el que hay varios ex diplomáticos y ex funcionarios iraníes imputados.

Macri anunció asimismo que el primer país que visitará como presidente será Brasil, el mayor socio comercial de Argentina.

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