La ciudad de Texas que prohibió el fracking… y perdió

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Cuando una localidad de Texas, en Estados Unidos, votó a favor de prohibir la fracturación hidráulica (fracking) en sus límites urbanos, el hecho causó controversia en el estado petrolero.

Pero la respuesta de la cámara legislativa del estado y de las empresas de energía que operan en el territorio ha hecho que los residentes de Denton se planteen hasta qué punto se respeta su voluntad.

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EE.UU. podría lograr la autosuficiencia energética en 2035 gracias al fracking, según la Agencia Internacional de Energía.

La fracturación hidráulica se reanudó en la zona y de nuevo empezaron las protestas.

Hace meses, Denton se convirtió en la primera ciudad de Texas que prohibía el fracking en sus límites urbanos.

El fracking es un método de extracción de gas o petróleo de esquisto, un tipo de hidrocarburo no convencional que está atrapado en capas de roca, a gran profundidad.

Luego de perforar hasta alcanzar la roca de esquisto, se inyectan a alta presión grandes cantidades de agua con aditivos químicos y arena para fracturar la roca y liberar el gas metano.

Cuando el gas comienza a fluir de regreso lo hace con parte del fluido inyectado a alta presión.

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El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, firmó el pasado 18 de mayo la ley que prohíbe vetar el fracking en cualquier lugar del estado.

Esta técnica ha sido responsable sido del boom de producción energética que se ha dado en los últimos años en Estados Unidos, aunque también es objeto de grandes protestas por parte de grupos medioambientales.

Pozos demasiado cercanos

Si bien esta zona de Texas está acostumbrada al petróleo y a su explotación, la lucha contra el fracking fue impulsada por la proximidad de los pozos a las áreas residenciales.

“Hay casi 300 pozos en los límites de la ciudad de Denton, pero este vecindario está atrapado entre dos zonas de pozos de gas”, explica Adam Briggle, residente de Denton y profesor de estudios medioambientales en la Universidad del Norte de Texas.

“Cuando vimos lo cerca de las casas que estaban perforando, nos dimos cuenta de que teníamos que cuidarnos los unos a los otros”, agrega.

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Adam Briggle formó parte de la iniciativa de algunos residentes de Denton para prohibir el fracking.

Los activistas decidieron recurrir a las urnas. Recogieron las suficientes firmas para que se votara sobre el veto al fracking en la ciudad y desafiaron a grandes y poderosas empresas energéticas de Texas.

“Nos atacaron como pudieron, pero cuanto más se esforzaron en convertir esto en una lucha política, más se volvió contra ellos”, relata Briggle.

En noviembre del año pasado, Denton votó claramente a favor de la prohibición del fracking y la perforación se frenó de inmediato.

“Lo sentimos como una reivindicación, como una señal de que la democracia de base todavía funciona en este país”, añade Briggle.

Demanda inmediata

No todo el mundo pensó lo mismo.

Al día siguiente, se presentaron dos demandas en Austin, la capital del estado.

“Lo que estaba en juego eran los derechos de esas familias, los propietarios mineros, a quienes se les estaba negando acceso a su propiedad, algo que está protegido por la constitución de Estados Unidos”, señala Todd Staples, presidente de la Asociación Texana del Gas y el Petróleo.

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Todd Staples sostiene que Denton se excedió al vetar el fracking totalmente.

“Nuestros técnicos estaban dispuestos a cooperar para encontrar soluciones, pero el camino que tomó Denton era insostenible”, considera.

Staples fue uno de los que hizo presión no sólo para revocar el veto en Denton, sino también para asegurar que una prohibición de este tipo no se dé nunca más en ningún lugar en Texas.

Y obtuvo lo que quería.

El pasado mayo, el estado aprobó una ley que, en esencia, prohíbe los vetos al fracking.

Una revolución energética

Sin duda la fracturación hidráulica ha revolucionado la industria energética en esta zona.

Pero persisten algunas preguntas sobre el impacto medioambiental y la molestia que suponen los pozos de perforación cerca de áreas residenciales. Eso es lo que llevó a los residentes de Denton a movilizarse.

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En una zona de pozos en una colina justo a las afueras, se ha colocado una barricada alta.

Sólo días después de que fuera revocado el veto, camiones y maquinaria pesada estaban de vuelta en el lugar.

En nuestras conversaciones con los residentes quedó claro que no se oponen al fracking en sí, sino a cómo se hace en esta localidad.

“No estoy totalmente en contra del fracking. Simplemente creo que deberían tener más consideración y tener más en cuenta a las personas que ya estaban allí antes”, indica una mujer que no quiso dar su nombre pero que es una de las vecinas más cercanas al lugar de perforación.

Decepción con las autoridades

También hay una sensación generalizada de que tanto las empresas energéticas como los políticos que apoyaron el fracking se comportaron de manera arrogante.

“La gente nos intentó etiquetar como locos medioambientalistas”, lamenta Dwight Jillik, que vive cerca de una zona de fracking con su esposa y sus dos hijos.

“Pero el tema movilizó a la comunidad de una forma que no tiene nada que ver con ideas de izquierdas, derechas o moderadas”.

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Dwight Jillik opina que el tema es personal, no politico.

Jillik dice que a las empresas simplemente “les importaba un comino”.

“Nadie nos devolvió las llamadas ni contestó nuestras cartas donde expusimos nuestras inquietudes sobre el fracking”.

Texas es un estado que tiene la fama de respaldar el control local. Muchos residentes de Denton están enfadados por ver que, pese a su voto, se reanudó la fracturación hidráulica.

Staples alega que el voto para prohibir el fracking en Denton estuvo basado en visiones alarmistas.

“Los que se oponen a la industria del petróleo y el gas dijeron que la calidad del agua se ve afectada así como la calidad del aire y dieron información errónea sobre lo que estaba pasando”, asegura.

Para muchos de aquellos que estaban motivados por inquietudes medioambientales, como Adam Briggle, el desarrollo de los acontecimientos no hizo más que añadir más fuego a su ira.

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Perforadoras tradicionales y de fracking son un paisaje común en algunas zonas de Texas.

“Creo que lo más importante ahora no es cuáles son las reglas sino quién las establece”, subraya Briggle, quien añade que la nueva ley les quita poder a las comunidades de Texas.

Poco después de nuestra conversación con él, Adam Briggle fue detenido por bloquear la entrada a un lugar de fracking.

Ahora ya está en libertad, pero dice que es difícil divisar qué caminos les quedan a él y a quienes no quieren el fracking cerca de sus casas.

Fuente: BBC Mundo

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