Los padres de los estudiantes desaparecidos en México tratan de dar un nuevo impulso a la investigación recorriendo el país vecino
Por Angtonieta Cádiz
Anayeli Guerrero necesita unos restos que despedir, velar y llorar. Una prueba evidente de que su hermano Joshivani está muerto. “Necesito algo concreto ¿quién no?” se pregunta. Por ahora lo único que tiene es silencio. Cuando Guerrero recuerda a su hermano, se le dibuja una sonrisa. “Era muy divertido, le gustaba mucho el rock y cuando llegaba a casa siempre estaba alegre y tenía la música muy fuerte, le cantaba a mi mamá mientras hacía los quehaceres. Ahora que él no está, ya no queda nada de eso”, cuenta.
Guerrero llegó a Houston esta semana junto a Clemente Rodríguez Moreno, padre del estudiante desaparecido Christian Rodríguez Telumbre. Ambos representan a la Caravana 43 que recorre Estados Unidos con la intención de darle un nuevo impulso al caso de los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos en septiembre. Los familiares están pidiendo a la comunidad internacional que intervenga en la investigación.
Mientras el Gobierno de Enrique Peña Nieto concluye que la investigación está prácticamente cerrada porque hay pruebas de que los estudiantes fueron asesinados y calcinados en un basurero, los familiares de los jóvenes creen que todavía siguen con vida. Las familias quieren más pruebas de la hipótesis que manejan las autoridades. La identificación de los restos de uno de los 43 en un río cercano al basurero de Cocula –Alexander Mora Venancio– no ha sido suficiente.
El equipo argentino de Antropología Forense que investigó el caso aseguró en febrero que no existe evidencia científica para establecer que en el basurero fueran asesinados los normalistas. Organizaciones como Human Rights Watch han condenado abiertamente el suceso calificándolo como “el peor caso de derechos humanos que ha enfrentado México desde la masacre de Tlatelolco en 1968”.
La Caravana 43 quiere llegar todavía más lejos y para eso decidieron dividirse en tres grupos y visitar más de 40 ciudades en Estados Unidos, llamando la atención de organizaciones de derechos civiles, medios de comunicación y las comunidades de mexicanos residentes en el país.
A su llegada a Houston los recibieron como héroes. Con flores, poesías y vítores diversos activistas y el público en general se unieron para demandar justicia. “¡Porque vivos se los llevaron y vivos los queremos!”, gritaban a su llegada a la ciudad.
Guerrero y Rodríguez están encargados del área este del país y recorrerán ciudades como Nueva Orleans, Birmingham, Atlanta, Durham, Blacksburg, entre otras. Otros dos grupos de familiares que llevan la bandera de Caravana 43 se enfocarán en el centro y oeste de Estados Unidos respectivamente.
La Caravana 43 se quedará cuatro días en Houston donde realizarán un evento cultural con poesía y baile, una charla comunitaria, un encuentro informativo y una protesta contra el Plan Mérida, un tratado de seguridad firmado por Estados Unidos y México. El próximo sábado 21 de marzo partirán a su siguiente destino.
Hasta ahora están financiando la caravana a través de aportes privados y de organizaciones de derechos civiles que los han invitado a las diferentes localidades programadas en su agenda en Estados Unidos.
Aunque les gustaría tener una reunión con personal del gobierno del presidente Barack Obama, aún no han conseguido nada. “Obama también tiene la culpa porque apoya a México, envía dinero que está siendo usado para matanzas”, dijo Guerrero.
Por otra parte, los familiares de los 43 normalistas que siguen en México continuarán la presión. El próximo 26 de marzo se cumplen seis meses desde la desaparición de los estudiantes y se han organizado diversas protestas en las representaciones diplomáticas, además de una manifestación en las sedes del Instituto Nacional Electoral.
Fuente: El País