Por Jorge Carrasco Araizaga
Ahora que le sobran méritos a José Antonio Meade, hay un récord que recordar del ahora aspirante declarado a la candidatura del PRI para la presidencia de la República.
Como primer titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) del gobierno de Enrique Peña Nieto, durante medio año dejó acéfala la embajada de México en Estados Unidos.
Compartida con el propio Peña, esa omisión ocurrió cuando Donald Trump estaba construyendo su candidatura a costa de México.
El exprocurador General de la República, Eduardo Medina Mora, había dejado en marzo de 2015 la representación de México en Washington para ser designado ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Para entonces, Trump ya había lanzado severos ataques a México sin que la oficina de Mead reaccionara.
“No quiero nada con México más que construir un muro impenetrable y que dejen de estafar a Estados Unidos”, lanzó Trump en Twitter el 6 de marzo sin importunar a Medina Mora, quien en los siguientes días siguió haciendo maletas para integrarse a la burocracia dorada del Poder Judicial de la Federación.
José Antonio Meade tampoco se inmutó. Ni entonces ni después. Dejó pasar seis meses en los cuales Trump siguió arremetiendo contra los mexicanos. Fue en ese periodo cuando el ahora presidente estadunidense hizo sus peores agresiones a los mexicanos.
Fue cuando aventuró la idea de que México tenía que pagar el muro y acusó al país de enviar lo peor: drogas, delincuentes y violadores.
Los bonos de Trump iban creciendo y la inacción de Meade también. Hasta agosto de ese año fue que Peña propuso a Miguel Basáñez como embajador. Pero Meade no trató con él, se fue a la Secretaria de Desarrollo Social a aprender la operación política de los programas sociales.
En la SRE ahora está Luis Videgaray, su promotor, y quien un año después vino a coronar el desastre del gobierno de Peña Nieto frente a Trump, al invitarlo a la residencia oficial de Los Pinos y darle trato de presidente cuando era candidato. Y peor, darle la tribuna en México para insistir en que México debía pagar por el muro.
Como titular de Relaciones Exteriores, el aspirante a la candidatura presidencial del PRI fue incluso negligente ante los agravios de Trump. El millonario ganó la presidencia de Estados por muchos otros factores, pero la ayuda que recibió en México con su falta de respuesta incentivó a su electorado.
Peña, Meade y Videgaray están asociados a ese desastre.
Meade también era el encargado de la SRE cuando en 2014 ésta le pagó casi dos millones de pesos a la excandidata presidencial del PAN, Josefina Vázquez Mota, para su organización Juntos Podemos, dedicada a la promoción del voto en el exterior, que sirvió de nada para los intereses de México ante Trump.
@jorgecarrascoa
Fuente: Apro