La Auditoría Superior de la Federación (ASF) exhibió nuevas irregularidades en la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), las cuales causaron un probable daño de 327 millones 996 mil pesos, según se deduce de seis informes de auditoría que publicó este día. Suman más de dos mil millones las anomalías detectadas hasta ahora.
Estos hallazgos se suman a los sobrecostos e irregularidades en torno al NAIM que la ASF detectó en informes anteriores, cuando fiscalizó al Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM): en febrero pasado, estimó pérdidas por mil millones de pesos y el año pasado, observó anomalías por 835 millones 584 mil pesos.
El gobierno de Enrique Peña Nieto encargó a GACM la supervisión del NAIM, el cual iba a ser el megaproyecto más oneroso en la historia reciente de México, pero cuyos días están contados, pues el presidente electo Andrés Manuel López Obrador anunció que lo cancelará, a consecuencia de los resultados de la cuestionada consulta ciudadana que ocurrió a finales de la semana pasada.
El pasado 17 de octubre, la organización PODER documentó que, en su primera fase, el presupuesto del NAIM se disparó en un 69% –de 169 mil millones de pesos, creció a 285 mil millones de pesos-, y que la mitad de este monto benefició a cinco de los hombres más ricos del país: Carlos Slim, Bernardo Quintana, Carlos Hank Rhon, Hipólito Gerard Rivero y Olegario Vázquez Raña.
En su segunda entrega de informes de auditoría de la Cuenta Pública 2017, la ASF señaló que, en la construcción de los pilotes para la torre de control, la terminal y el centro de transporte terrestre –obras que fueron concesionadas a la empresa GAMI Ingeniería, una de las más beneficiadas durante el sexenio de Peña Nieto–, hubo un probable daño al erario por 78 millones 580 mil pesos.
La razón: la ASF consideró que GACM entregó pagos extras a la empresa contratista por conceptos que eran “inherentes” al contrato inicial; en otras palabras: GAMI cobró varias veces por un mismo servicio.
Respecto a la construcción de la barda perimetral, que la SCT encargó a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) por cerca de 3 mil millones de pesos, la ASF se percató que la institución castrense infló los precios de una carpeta asfáltica y de terraplén con tezontle, pues cobró el metro cúbico de material al GACM por precios hasta 200 pesos superiores a los del mercado, y generó un probable daño financiero de más de 60 millones de pesos.
Y no solo esto: la Sedena también cobró 42 millones de pesos en exceso al GACM por el cambio de “procedimiento constructivo” y, en otro convenio –analizado en la auditoría 388-DE–, quedó por reembolsar al organismo aeroportuario 86 millones 828 mil pesos, por lo que la institución castrense generó un daño patrimonial al aeropuerto por 222 millones 506 mil pesos.
Estos gastos se suman a las observaciones que realizó la ASF en febrero pasado, en las que detectó un remanente de 389 millones 670 mil pesos derivado del convenio para la construcción de la barda perimetral entre GACM y la Sedena.
Además, de los mil 287 millones de pesos que se erogaron en 17 contratos para las obras hidráulicas del NAIM a través del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin), la ASF observó que siete de ellos, inicialmente previstos por 650 millones de pesos, se dispararon en 434 millones 623 mil pesos adicionales –“en términos previstos por la normativa”, precisó la auditoría.
Fuente” Apro