Por Luis Javier Valero Flores
Con el impactante anuncio de la reducción de las tarifas eléctricas, el gobernador César Duarte, apoyado contundentemente por el gobierno federal, salió al frente de las críticas y del indudable entorno adverso hacia su gobierno.
No fue el único rasgo de la nueva actitud gubernamental frente al alud de críticas desatadas con motivo de la presentación del IV Informe. Presto, asumió dos posturas diametralmente distintas: En los foros públicos aceptó no gozar de altos índices de popularidad, ofreció puertas abiertas a todos, negó haber endeudado al estado; y en las entrevistas ofrecidas a distintos medios de comunicación (particularmente los impresos), tal y como lo hiciera ante el presidente nacional de su partido, César Camacho, catalogó como “chismes” las denuncias y las críticas presentadas en su contra, clasificó como “encarnizada” a la oposición y una y otra vez, apoyado por los muy coincidentes informes de las empresas calificadoras de deuda, aparecidos un día antes del acto del viernes -elevaron la calificación crediticia-, insistió en que los financiamientos obtenidos por el fideicomiso carretero no constituyen endeudamiento alguno, pues, dijo, no comprometen los recursos futuros de los chihuahuenses.
Contra sus deseos, y de los aspectos positivos obtenidos en el año transcurrido, la deuda pública se convirtió en el tema principal del enjuiciamiento a su gestión, como de manera altamente ilustrativa lo mostró la encuesta de la empresa Confirme, contratada por El Diario (Juárez) en la que los habitantes de esta frontera le otorgan un bajo 5.3 de calificación. (Nota de la redacción, 1/X/14).
La aceptación a la forma de gobernar de Duarte tuvo una caída semejante. En 2011 el 73.5% de los encuestados mostraba acuerdo, en 2012 aumentó al 76.6, para luego bajar en 2013 al 70.7 y caer en este año al 52.4%.
Algo de eso habrán leído, tanto los gobernantes locales, como los federales.
El apoyo fue impactante. Infinidad de agrupaciones sociales y políticas, legisladores locales y federales, de todos los partidos políticos, habían pugnado, durante años, por la reducción de las tarifas eléctricas, (el anuncio del gobernador fue sólo para las domésticas, pues se refirió a que la casi totalidad de los domicilios serían beneficiados) fue concedida en un momento determinante para el grupo gobernante local.
Al pasar a la tarifa 1D y hacerla retroactiva al mes de mayo (que abarca a los meses de mayor consumo) lograron un contundente efecto, se convirtió en el principal tema del periodo informado por el gobernador Duarte y lo puso a salvo de mayores críticas, a las que les concedió un inusitado valor pues se asumió como el gobernador más criticado.
Más aún, en el curso de la entrevista a El Diario de Juárez, por primera ocasión aceptó que, si hay posibilidades, aspiraría a la Presidencia de la República: -Como político, ¿aspira a algo más? ¿Pudiera ser la Presidencia?-. “¿Sabe cómo aspiraría? Cumpliendo bien mi trabajo. Cómo voy a estar aspirando a otra cosa si ni siquiera hago bien la tarea que hoy tengo, eso lo aprendí desde primaria. Primero terminaré la gubernatura, los seis años de gobierno y entonces veremos”. (Nota de Gabriela Minjáres, El Diario, 1/X/14).
Ahí está. Ya lo dijo.
Repuestos del sorpresivo -para ellos- crecimiento del rechazo del año anterior, que llevó a la celebración del evento, mediante el cual “se informa al pueblo de Chihuahua”, al Teatro de los Héroes, con el inocultable deseo de controlar al máximo las manifestaciones de rechazo (por las dimensiones del recinto), lo llevaron a las instalaciones de la feria, para lo cual le cambiaron el nombre al Palenque y le denominaron Polyfórum.
No era necesario que llevaran gente de las colonias de la capital, ni de los municipios para llenar el recinto, bastó con la movilización de miles de empleados del gobierno estatal y federal para hacerlo. La parte inferior del local fue ocupada por la élite política, la gobernante y la empresarial. La parte superior fue cubierta por los empleados, la mayor parte de los cuales hasta entusiastamente aplaudieron al gobernante.
Afuera, los “trasladados” esperaban pacientemente, bajo los efectos del sol, les fuera entregado el “refrigerio” prometido.
En ese ambiente, nada podía enturbiar el ánimo triunfalista del ballezano. Se ufanó de las cifras en materia de salud (hasta mostró uno de los éxitos de este sistema, a uno de los niños recientemente intervenidos a corazón abierto), de la disminución de los índices delictivos, de la ausencia de homicidios en los penales, del incremento de la matrícula escolar, en la recuperación del entorno económico y la creación de más de 100 mil empleos; en la igualmente disminución de chihuahuenses en pobreza extrema, todos, aspectos en los que todos coincidimos y que seguramente habrá que valorar.
Sin embargo, los empleos creados sólo nos llevan a un poco más de los existentes en el año ¡2000!
Pero por ni asomo la mención de la deuda pública, y, por supuesto, tampoco lo relativo a las denuncias presentadas en su contra, la de los diputados federales a fin de investigar el manejo financiero del gobierno de Chihuahua, ni la presentada por Jaime García Chávez por la supuesta adquisición de acciones de Unión Progreso.
Nada que amainara el ambiente festivo de ese acto, engalanado con la presencia de su muy cercano compañero de partido, Emilio Gamboa Patrón, flamante Coordinador del Grupo Parlamentario del PRI en el Senado y artífice central de su candidatura al gobierno de Chihuahua, así como de 16 gobernadores y… de Juanito, Díaz de la Torre, el sucesor de Elba Esther Gordillo en el sindicato del magisterio y, claro, de la Secretaria General del PRI, la ex gobernadora Ivonne Ortega, para darle el toque partidista a la celebración que, desde el acto realizado en el Congreso del Estado el primero de octubre, advirtió a la oposición que no se iba a meter abajo del escritorio” y poder con ello desbancar a mi partido del gobierno. Pero no les vamos a dar ese gusto”.
Las tarifas de energía eléctrica tendrán una reducción de hasta 50%, que, además, será retroactiva al mes de mayo. Abarcará, según Duarte, a un millón 50 mil viviendas, del millón 100 mil existentes y es fruto, dijo el superintendente de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en Juárez, Jesús Guerrero Lozoya Gutiérrez, de un “estudio que se había venido haciendo entre los gobiernos estatal y federal desde hace tiempo”.
Ese anuncio opacó, por ejemplo, el abatimiento de los homicidios en los penales. Es en esta materia, la de la seguridad pública, que el discurso gubernamental no guarda relación con la percepción popular, pues 3 de cada 4 chihuahuenses perciben un ambiente de inseguridad, según encuesta de Inegi. “El 75.2 por ciento de la población percibió a la entidad de Chihuahua como insegura para vivir al cierre de abril del año en curso, según el resultado de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción Sobre Seguridad Publica 2014 (Envipe). (Nota de Manuel Quezada, El Diario de Chihuahua, 1/X/14).
Más allá de los datos proporcionados por el gobierno de Chihuahua, según la Envite, “en el 83.4 por ciento de los delitos cometidos en Chihuahua, no fueron denunciados ante la autoridad competente o no se inició averiguación previa durante el 2013. Los delitos más frecuentes durante el año pasado, fueron en primer lugar la extorsión, en segundo el robo total o parcial de vehículos y en tercero el hurto y asalto en la calle o transporte público. El número de víctimas de un delito por cada 100 mil habitantes durante el 2013 fue de 27 mil 344, contra los 32 mil 567 que había en el 2012 en Chihuahua, por lo que hay una reducción del 16 por ciento”. (Ibídem).
Presos de la tentación de ofrecer estadísticas que hablen del mejoramiento en seguridad pública, las autoridades locales han desestimado las recomendaciones, no sólo del ámbito local, sino de los expertos internacionales en el estudio del crimen organizado, consistentes en que sólo se podrá hablar de un control relativo en este rubro en el momento en que disminuyan los índices de 23 delitos relacionados con el tráfico de drogas.
Más realista en este sentido (por lo menos en esa declaración), el fiscal de Chihuahua, Jorge González Nicolás, afirmó que Chihuahua, al ser frontera con EU, siempre será escenario del tráfico de drogas, que deberemos aceptarlo y que la autoridad está obligada a realizar todas las acciones necesarias para afrontar las consecuencias de esta realidad.
Pero si constantemente nos bombardean con los índices delictivos a la baja y ocurren masacres como la recientemente presentada en Guachochi, entonces el discurso gubernamental no guarda relación con tales hechos y el escepticismo es consecuencia natural.
Así, el repetitivo discurso acerca de que los financiamientos obtenidos del fideicomiso carretero no son deuda, o que son inventos de la oposición choca con la realidad.
Y esta es una sola: El gobierno de Chihuahua tiene ingresos anuales del orden de los mil 800 millones de pesos por el peaje carretero. Sobre éstos se obtuvo un financiamiento de 15 mil millones de pesos en el actual gobierno (entre otros), que se pagarán en el curso de 30 años, gracias a que ese lapso es el concesionado a Chihuahua sobre las carreteras federales y que Duarte tanto le agradeció al presidente Peña Nieto.
Bueno, pues eso es deuda, porque a lo largo de ese tiempo no podremos acceder a esos ingresos, nos los gastamos en este sexenio, por adelantado y en un solo acto. Es decir, sí se comprometieron recursos de los chihuahuenses, no de las participaciones federales, pero sí “ingresos propios”.
Pero todo lo anterior es historia, a partir de ahora la contienda político-electoral será lo central, como ya lo advertimos por las grabaciones de los funcionarios del Municipio de Juárez, sorprendidos en actividades presuntamente ilegales, todo en aras de “beneficiar” a su partido.
¿Y la oposición? ¿Dónde estaba?
La diputada panista María Eugenia Campos nos sorprendió: “Quiero destacar que la totalidad de las iniciativas presentadas por el Poder Ejecutivo, han sido votadas a favor…”.
¡Órale!