Migrantes indocumentados mexicanos no temen al magnate Donald Trump, virtual candidato republicano a la presidencia, pues creen que “con él o sin él” en la Casa Blanca su vida “será igual”.
La idea de que cunde la zozobra y hasta la sicosis entre los mexicanos en Estados Unidos ante el avance incesante de Trump en las encuestas se contradice con la tradicional resiliencia de la comunidad frente a las políticas migratorias duras del gobierno.
Sólo en la administración de Barack Obama fueron deportados más de 2,5 millones de mexicanos, según la Oficina de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE).
“Estoy seguro que todo esto es mucho ruido y pocas nueces. La fuerza de producción migrante, y en especial la latina, es tan fuerte, que no va a poder hacer nada que realmente nos afecte”, señala a ANSA Rodrigo, que nació de Ciudad de México y vive desde hace un año en California.
“Yo creo que es puro bluff. Trump es hijo, nieto, marido y ex marido de migrantes. No creo que de verdad vaya a hacer todo lo que ha dicho”, afirma. “Quiere la presidencia y se agarró un discurso de odio y racismo que desgraciadamente pega con los ideales de algunas personas muy ignorantes que viven aquí”, añade Rodrigo, desde Los Angeles.
“Si es o no presidente no me importa, yo de todos modos no tengo papeles y me tengo que esconder”, expone Josué, de 25 años, un trabajador de la construcción, aunque señala que suele laborar “en cualquier cosa que me contraten”.
Se estima que hay unos 11 millones de indocumentados mexicanos que Trump ha prometido deportar en un período de dos años. Otros 11 millones son residentes permanentes o con permisos temporales y más de 18 millones ciudadanos naturalizados, para un total de 40,4 millones de inmigrantes, según el Centro de Investigación Pew, de Estados Unidos.
Trump prometió que construirá un muro en la frontera de 3.700 kilómetros, aunque ya existe uno a lo largo de más 1.000 kilómetros que ha sido edificado a lo largo de varios lustros, si bien la mayoría de estos proyectos ha fracasado.
El costo de esta barrera calculado por el “magnate del ladrillo” es de entre 5.000 y 10.000 millones de dólares que ha prometido hacer pagar a México, o de lo contrario amenazó con confiscar parte de los 24.000 millones de dólares de remesas que los mexicanos envían a sus familias cada año.
Contactados por ANSA mediante las redes sociales o vía telefónica, los migrantes creen que no se justifica la andanada de ataques de Trump contra una minoría trabajadora y progresista.
“Yo no sé qué tiene ese hombre contra nosotros”, dice Josué, que cruzó ilegalmente hace unos 6 años. “Yo vine a trabajar y eso hago y así como yo un muchos. Y ningún blanco soporta las agotadoras faenas que nosotros realizamos. Les conviene que andemos acá, aunque sea sin papeles”, asegura.
Trump afirma que “México no es nuestro amigo” porque “manda a su gente, pero no a la mejor” sino a personas “con un montón de problemas” como los “drogadictos, criminales y violadores”.
“Me parece increíble que diga que somos la peor basura cuando la mayoría de nosotros vinimos a trabajar. Yo vine honradamente, crucé honradamente y honradamente estoy trabajando”, afirmó Rodrigo.
Pero no todos se muestran imperturbables ante el ascenso de Trump, y de hecho suelen exteriorizar su temor “sotto voce” a sus familias y amigos.
“Lo único que me preocupa de todas las estupideces que ha dicho Trump es la de regresar a los hijos de indocumentados que nacieron aquí”, afirma Liliana, que es niñera en Houston, Texas.
Con un hijo de 15 años, nacido en Estados Unidos, quien sí es ciudadano, señala que éste tiene “toda su vida hecha acá, su escuela, sus amigos, todo. Esa vida que tiene acá es mucho mejor que la que tendría en México”, precisa.
Raúl, nacido en el estado de Veracruz, con 20 años en Estados Unidos, que labora con papeles falsos desde hace 15, afirma que “esté Trump o Clinton o Sanders mis papeles siguen siendo falsos y yo sigo trabajando con ellos”. “Si desde hace tanto no me han descubierto, ¿por qué las cosas tendría que cambiar si Trump es presidente?”, se pregunta.
Fuente: ANSA