Aunque Estados Unidos suele desaprovechar las competencias de los inmigrantes, algunas ciudades tratan de cambiar eso.
Un químico etíope lava platos en una cafetería escolar. Un ingeniero eléctrico egipcio atiende mesas en un Burger King. Un informático de Camerún envasa alimentos para las prisiones. Millones de inmigrantes altamente preparados llegan a Estados Unidos en busca de una vida mejor, sólo para terminar trabajando por hora, en trabajos poco cualificados, subempleados o sin trabajo.
De acuerdo con un nuevo informe del Migration Policy Institute (MPI), cerca de 1.5 millones de inmigrantes con estudios universitarios estaban empleados en puestos de baja cualificación entre 2009 y 2013. Si este grupo hubiera trabajado en puestos de mediana o alta cualificación, habrían ganado casi 39,400 millones de dólares más al año, estimaron los investigadores. Eso se traduciría en casi 10,200 millones de dólares más en impuestos federales, estatales y locales, informó el instituto.
“Se debe prestar más atención a asegurar que todos los trabajadores, independientemente de su origen, tengan la oportunidad de utilizar plenamente su capital humano”, dijo el centro de investigación en su informe.
La inmigración entre las personas con estudios superiores ha aumentado en los últimos años. Entre 2011 y 2015, casi la mitad (48%) de los que llegaron eran graduados universitarios frente al 33% antes de la recesión, según el MPI.
Sin embargo, las barreras lingüísticas, los problemas con las visas y los obstáculos culturales impiden que muchos de estos inmigrantes obtengan empleos que estén al nivel de sus competencias. Otro problema importante es que los títulos extranjeros y la experiencia laboral a menudo no tienen tanto peso como un título obtenido o un trabajo realizado en Estados Unidos.
Algunas ciudades como St. Louis, Cincinnati, Detroit y Pittsburgh están tratando de cambiar eso. Reconocen que sus economías podrían beneficiarse de inmigrantes profesionales y emprendedores y han implementando esfuerzos para atraerlos. El proyecto ‘Mosaic’ de St. Louis, por ejemplo, es una asociación público-privada que empareja a inmigrantes con profesionales y empresarios locales para mejorar las oportunidades de empleo para estos recién llegados.
Y estados como Illinois, Massachusetts, Michigan, Nueva York y Pennsylvania están trabajando en políticas que reconocerán mejor las credenciales profesionales de otros países, indicó el MPI.
Fuente: Expansion