Por Luis Javier Valero Flores
No puede ser coincidencia –los clásicos de la política mexicana afirmaban que en esta actividad no existían– pues son muchos los aspectos que nos llevan a pensar en la elaboración de una ofensiva mediática que, por supuesto, tiene bases creíbles.
La semana se inició con la presentación, por Fermín Ordóñez, dirigente municipal de la capital del PRI, de un recuento de presuntos malos manejos de los recursos públicos del ex presidente municipal de Delicias, Mario Mata, y del actual alcalde, Jaime Beltrán del Río, ambos de extracción panista.
Casi simultáneamente, el Fiscal General del Estado (FGE) Jorge González Nicolás, aceptó, a pregunta de los reporteros, que la dependencia bajo su cargo “mantiene un proceso de investigación por una denuncia en contra del ex alcalde Carlos Borruel Baquera, debido a un supuesto desvío de recursos”. (Nota de Orlando Chávez Echavarría, El Diario de Chihuahua, 19/VIII/14).
En el caso de los primeros se les cuestiona que sus administraciones entreguen recursos a una asociación civil, cuya presidencia era ocupada por el alcalde deliciense en turno, situación que ha continuado, pero ahora en la persona del actual alcalde Jaime Beltrán. Es decir, el alcalde en funciones presidía la agrupación denominada “Fomento Agropecuario Integral de Delicias, A. C.” a la que se le destinaban diversas cantidades. Ordóñez sostiene que más de 10 millones de pesos.
La denuncia pública realizada por el dirigente priista no ha sido presentada ante la FGE y en el curso de una entrevista radiofónica informó que aún están a la espera de allegarse más elementos para decidir si lo hacen ante esta dependencia o el Congreso del Estado.
Más allá de lo informado por el priista, lo cierto es que en la búsqueda por internet, existe un sitio con ese nombre y como tal publica el nombre oficial de la agrupación, pero, además, con la leyenda de ser una “Organización gubernamental”. ¿Entonces, es una asociación civil o una gubernamental?
Si es la primera figura, entonces estamos ante un clarísimo conflicto de interés y violaciones a la ley por parte de los dos personajes, pues no pueden aparecer como presidentes de una agrupación civil y al mismo tiempo, en su calidad de alcaldes, participar en la decisión de entregarles recursos municipales a la agrupación, en una situación semejante a la ocurrida días atrás en el municipio de Juárez, en la cual la ex ejecutiva de proyectos especiales de la presidencia municipal, la ex diputada del Verde Ecologista, Alva Almazán, participaba en la decisión de la entrega de recursos federales a una agrupación en la que aparecía como integrante de su directiva.
En cuanto al caso del ex alcalde panista de la capital, Carlos Borruel, ex candidato de su partido a la gubernatura, según lo informado por el Fiscal y un día después aclarado por su vocero, Arturo Sandoval, se trata de una investigación a la administración municipal encabezada por aquel, por presuntos desvíos de recursos públicos.
Sí, pero a ¡Cuatro años de haber terminado!
Por donde quiera aparecen las suspicacias.
¿Qué ocurrió al interior del grupo gobernante para que tomaran la decisión de abrir fuego en estos momentos, justamente a unos días del lanzamiento del “Reformándonos para el futuro”, en el que el discurso del líder de los diputados panistas, César Jáuregui, catalogaba como el evento más importante de la actual administración?
Porque a nadie se le podría escapar que acciones tan importantes escaparan al análisis y decisión del “primer priista del estado”, el gobernador César Duarte.
Es impensable que se hicieran sin su consentimiento, pues en la evaluación que necesariamente debieron hacer debió pesar el hecho de que abrían el fuego político a semanas de la presentación del cuarto informe del gobierno del ballezano. ¿O acaso fue la expresión local de una estrategia nacional encaminada a aprovechar el mal momento mediático del blanquiazul, gracias a las fiestas de sus diputados federales en Vallarta al inicio del año?
¿O, como sostiene el dirigente estatal panista, Mario Vázquez, será que desde el partido gobernante resolvieron abrir primero el fuego político en vísperas del informe y ya entrados en la dinámica electoral?
Más aún, los obuses mediáticos fueron lanzados a quienes aparecen como probables aspirantes a la candidatura al gobierno del estado y, eventualmente, a alguna diputación federal.
Son muchos los hechos como para considerarlos simples coincidencias. Justamente en estos días la Secretaría de Hacienda y Crédito Público hizo una reevaluación de la deuda de Chihuahua, enfatizando en el hecho, ya valorado previamente en esa forma, que la mitad de la deuda no constituye un riesgo para las finanzas estatales, dándole así un respaldo a la administración estatal en algo que ha insistido férreamente.
¿Coincidencia?
Cuesta mucho trabajo creer que así sea.
Por lo pronto, luego de las primeras informaciones –y las lógicas reacciones del panismo– pareciera que en el ámbito local decidieron bajar el nivel de la confrontación.
Pero los dardos ya fueron soltados.
Así parece iniciar la larga campaña electoral en Chihuahua que culminará en junio de 2016.