Una corte federal con sede en Tucson ordenó al gobierno de Estados Unidos a pagar a un ciudadano mexicano cerca de medio millón de dólares después de que recibiera un disparo en la espalda por parte de un agente de la Patrulla Fronteriza, en el desierto de Arizona.
El pasado 5 de febrero el juez James Soto ordenó el pago de 497 mil dólares a Jesús Castro Romo, de Nogales, Sonora, luego de que este fuera impactado por una bala del agente Abel Canales durante una rutina de detención de inmigrantes en el desierto.
Canales, quien luego fue llevado a una prisión federal por trabajar con miembros de un cártel de drogas mexicano, dijo en una primera declaración que Castro estaba desarmado. Pero en un segundo testimonio aseguró que el ciudadano mexicano sostenía una piedra y que lo estaba atacando verbalmente.
El juez Soto además cuestionó el hecho de que un agente reaccione con armas a un inmigrante armado con piedras.
“Una piedra no es tan mortal como un arma de fuego, además de que requiere de un alto grado de puntería y fuerza para resultar tan mortal como un arma de fuego”, aseguró el juez.
El juez ordenó al gobierno el pago a Castro por las heridas causadas tras el tiroteo, el tratamiento, los costos del medicamento, el dolor y el sufrimiento causados, lo que supone una suma total de 553 mil dólares de la cual se le restó un 10 por ciento debido a que Castro sí intentaba cruzar la frontera ilegalmente y se le hizo parcialmente responsable de sus lesiones.
Fuente: Notimex