El incendio en el club nocturno “Beso” en Santa María, a unos 300 kilómetros de la capital Porto Alegre, dejó un saldo de 233 personas muertas, y no 245, como se había anunciado por las autoridades locales. La actualización fue emitida por el Departamento de Bomberos, junto con detalles sobre las víctimas: son 120 hombres y 113 mujeres. Según varias versiones, los guardias cerraron las puertas para que nadie saliera sin pagar.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, decretó un luto nacional de tres días.
El número de víctimas podría aumentar debido a los cambios en la atención médica en los hospitales regionales, pero todos los cuerpos han sido retirados del lugar del incendio. De acuerdo con el comandante Cleberson Bastianello, representante del Batallón de Operaciones Especiales de la Policía Militar que dirige el Comité de Gestión de Crisis del fuego, 131 personas han sido hospitalizadas.
Según Bastianello, la prioridad del Departamento de Bomberos es ayudar a las familias y acelerar la identificación de las víctimas. Major confirma que algunos cuerpos ya están siendo liberados tras el reconocimiento por los familiares, pero no sabía exactamente cuántas víctimas se encuentran en esta situación.
El representante del departamento de bomberos local no quiso confirmar si las normas de seguridad del establecimiento estaban al día o si se ha producido el deterioro de la seguridad para la evacuación de las víctimas. “La cuestión de la causa del accidente y cómo las víctimas eran cuando comenzó el rescate será objeto de una investigación policial”, dijo.
Había 2 mil personas y una salida pequeña
Según el comandante del Cuerpo de Bomberos de Río Grande do Sul, coronel Guido de Melo, con referencia en los testimonios de varios testigos, las “tristes consecuencias” del incendio en el club nocturno Kiss, que dejó al menos 232 muertos, se debe a la “irresponsabilidad” de su personal de seguridad
Además, la elevada cifra de muertos que dejó el siniestro se debería a que los guardias del establecimiento inicialmente cerraron las puertas para impedir la salida de personas sin pagar, informan medios locales.
Conforme a las informaciones, unas 2,000 personas se encontraban en el establecimiento en el momento del incidente, por lo que los testigos, en declaraciones a la prensa local indicaron que “la puerta” de la discoteca “era demasiada pequeña para tantas personas”.
Asimismo, señalaron que las llamas se extendieron a toda prisa en el interior del local. “El fuego se extendió rápidamente. Fue desde el principio, estaba cerca de la salida cuando se comenzó a ver el humo. Entonces la gente desesperada comenzó a salir”, relató Luana Santos Silva.
Otro de los afortunados mencionó que las llamas empezaron “en el techo, en la parte delantera del escenario”.
En tanto para Aline Santos Silva, de 29 años, la desesperación de la gente contribuyó para que el hecho haya sido tan trágico. “Creo que hubo demasiado pánico, más que todo porque no había señales que indicaran dónde se encontraba la salida de emergencia. La gente se empujaba demasiado, y la situación solo se empeoró”, dijo.
No obstante, Aline resaltó que los servicios de emergencia no tardaron en llegar al lugar. “Emergencias fue muy rápido. Llegaron las ambulancias, la policía. El personal de emergencia intentaba romper (las paredas de la discoteca) para poder sacar a las personas que se encontraban dentro”, destacó.
Fuentes: Agência Brasil y Actualidad RT
