Marchas, mítines y bloqueos en decenas de ciudades; arrestan a numerosos manifestantes. Los familiares de las víctimas encabezan las movilizaciones en Nueva York y Washington
Por David Brooks/ La Jornada
Decenas de miles de manifestantes, incluidas familias de víctimas de homicidios recientes por la policía, marcharon en Washington y Nueva York, mientras decenas de acciones han continuado sin cesar en días y semanas recientes en protesta por la violencia policiaca contra minorías y la impunidad oficial.
En lo que llamaron un día nacional de acción, los inconformes repitieron las consignas que se han vuelto emblemáticas de este movimiento. Corearon en decenas de ciudades: Manos arriba, no dispareny No puedo respirar –en referencia a la acción del joven afroestadunidense Michael Brown antes de ser abatido por un agente en Ferguson, Misuri, y las últimas palabras de Eric Garner, afroestadunidense, en Staten Island, en esta ciudad, al morir después de ser estrangulado por un uniformado. En mantas, pancartas y camisetas llevaban el lema de las vidas negras importan.
En Washington, unos 10 mil marcharon de Freedom Plaza al Capitolio, incluyendo unos 400 que llegaron de Ferguson, en lo que se llamó la movilización Justicia para todos. Los familiares de Brown se manifestaron junto con la madre y esposa de Garner, y los padres de Tamir Rice, niño de 12 años ultimado por un policía en un parque porque estaba jugando con un arma de juguete (el forense del condado determinó ayer que el deceso fue un homicidio). También la de Trayvon Martin y de Amadou Diallo, entre otras, que han perdido a seres queridos, pues policías han asesinado a negros desarmados.
La madre de Rice declaró ante los manifestantes que lograremos conseguir justicia para nuestros hijos, créanme. Agregó: Mi hijo tenía 12 años, era un bebé, mi bebé. El más joven de cuatro. Si él estuviera conmigo ahora, esto es lo que desearía que hiciera, y fusionando consignas concluyó: Manos arriba, no disparen. No puedo respirar. Por favor, no disparen, quiero llegar a ser grande.
En Nueva York, más de 25 mil (según cifras de oficiales municipales) y posiblemente 50 mil (de acuerdo con organizadores) participaron en la mayor marcha hasta la fecha en esta ciudad, desde que un gran jurado decidió no presentar cargos contra un policía por la muerte de Garner, la cual partió desde Washington Square y durante horas tomó las calles al dar vuelta por el corazón de la ciudad, subiendo por la Quinta y Sexta avenidas a la calle 32, regresando por Broadway hasta la alcaldía y la jefatura de policía. Igual que en Washington, familiares de víctimas encabezaron las marchas, un mosaico de caras multirraciales y multigeneracionales que se unían con coros de Sin justicia no hay paz.
Jóvenes negros, blancos, latinos y asiáticos marcharon junto con sindicalistas de automotrices, de medios y del gobierno, y universitarios con agrupaciones laborales, incluyendo empleadas domésticas. Un contingente de doctores y estudiantes de medicina, con sus uniformes blancos, se sumaron. Un maestro de escuela pública sostenía una pancarta que decía: “No disparen contra mis estudiantes –tienen sueños”. Un joven negro caminaba con otro que simplemente preguntaba: ¿Soy el próximo?
Un letrero con el número 43pasó, y un contingente coreaba: De Ferguson a Ayotzinapa, una sola lucha. Había símbolos y consignas que de alguna manera vinculaban luchas, desde el movimiento de derechos civiles de los 60 a la rebelión altermundista de Seattle. También Ocupa Wall Street.
Ya por la noche, cientos tomaron las dos vías del puente Brooklyn y algunas calles obstaculizando el tráfico por ratos, antes de proceder a otro cruce, evitando ser cercados por la policía. Algunos informaron sobre un par de arrestos, pero las acciones continuaban al cierre de esta edición.
Desobediencia civil
A la vez, se llevaron a cabo marchas y y acciones de desobediencia civil en decenas de ciudades más, incluyendo Chicago, Charlotte, Cleveland, Minneapolis y Boston (donde hubo más de 26 arrestos), parte de una serie de actos de ira que se han expresado sin cesar por múltiples puntos del país a lo largo de los últimos días.
En Berkeley, California, ha habido marchas y enfrentamientos contra la policía toda la semana. A diario se han registrado protestas en el país, sobre todo acciones como acostarse sobre los pisos en centros comerciales, escuelas y terminales, llamadas die-ins. Hace un par de días, cientos de asesores y otros trabajadores de la legislatura federal salieron en masa de sus oficinas en el Capitolio para protestar contra la brutalidad policiaca.
La ira popular también ha sido expresada por actores, músicos y atletas. Nuevas canciones de protesta han sido creadas por músicos de hip hop y otros. Estrellas de Broadway y algunas de Hollywood también se han sumado.
La estrella de basquetbol Lebron James –el mejor jugador profesional de ese deporte en Estados Unidos– se puso una camiseta que decía: No puede respirar, al iniciar un partido contra los Nets, en Brooklyn, la semana pasada. Días antes, jugadores de futbol americano del equipo Ravens y algunos de los Rams de San Luis salieron de su túnel a la cancha con las manos arriba, símbolo de solidaridad.
Fuente: La Jornada