Consuegro de un Carlos Slim y suegro del otro, hijo de una diva del cine nacional, emergido de la “alta sociedad” mexicana, Miguel Torruco está integrado desde hace años al proyecto de nación de Andrés Manuel López Obrador. En entrevista con Proceso, este hombre cuya especialidad es el turismo habla del precandidato presidencial y del apoyo incondicional que le ofrece por considerarlo honesto. Y revela además que entre la clase empresarial hay muchos simpatizantes del tabasqueño que no hacen pública su preferencia para no enfrentar la venganza del poder corrupto.
Por Arturo Rodríguez García/ Proceso
Desde el piso 16 de una oficina corporativa se aprecian las frondosas arboledas de las Lomas de Chapultepec, el sector histórico de la opulencia capitalina y del país. Miguel Torruco Marqués recibe a Proceso ahí, en una sala de juntas que le prestó el dueño de las instalaciones, el magnate regiomontano Alfonso Romo.
Empresario del sector turístico que una vez en retiro incursionó en la política, Torruco fue criado en el mismo entorno elitista que rodea a sus descendientes. Su apellido, que prolifera en las revistas del corazón y en la prensa de sociales, suele ir unido al de la descendencia de Emilio Portes Gil, Rómulo O’Farril y, destacadamente, al del hombre más rico de México y hasta hace poco del mundo: Carlos Slim.
Hijo de María Elena Marqués, la bella actriz de la Época de Oro del cine nacional fallecida en 2008, Miguel Torruco abandonó su jubilación, renunció a la vida de los viajes de placer y las comodidades de su condición. En entrevista con Proceso el martes 13, ofrece un motivo:
“Mi mayor ilusión es aportar un grano de arena para transformar al país con un hombre honesto. Para mí es un honor y esa será la gran herencia que les dejaré a mis nietos.”
Torruco ahora es asesor en materia de turismo del precandidato de Morena.
Durante años, en discursos y posicionamientos públicos, López Obrador identificó a la élite de magnates mexicanos como “la mafia del poder”. Pero en este, su tercer intento por conquistar la Presidencia –y quizás la mejor oportunidad que haya tenido– hay hombres de la cúpula económica en su equipo, o bien, parentela de los magnates.
Entre otros destacan, además de Torruco y Romo –este último, principal articulador de la relación con el sector privado–, Esteban Moctezuma Barragán, cercano a Ricardo Salinas Pliego (de Tv Azteca); Marcos Fastlicht, suegro de Emilio Azcárraga (Televisa); Susana Harp, sobrina de Alfredo Harp Helú (de Banamex) y Javier Jiménez Espriú, cuñado de Pascual Gutiérrez Saldívar (del Grupo Idesa).
Fragmento del reportaje especial publicado en Proceso 2155, ya en circulación