La recaudación derivada de impuestos no petroleros pasó de 1.31 billones de pesos (bdp) al cierre de 2012 a 1.63 bdp en julio de este año, impulsada principalmente por la reforma fiscal de 2014 que creó nuevos impuestos, como el de la comida “chatarra”, refrescos y bebidas azucaradas, así como por mayores medidas fiscalizadoras para los contribuyentes.
Para 2017, en su Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación (ILIF) Hacienda estima un aumento de casi 9.7% en los ingresos tributarios, lo que equivale a 0.8% del Producto Interno Bruto (PIB) frente a 2016, sin embargo, espera tan solo un aumento equivalente a 0.3 % del PIB en 2022 comparado con 2017.
El que los ingresos tributarios estén más cerca de su recaudación potencial máxima y un bajo crecimiento económico aumenta las posibilidades de que en el mediano plazo las autoridades fiscales analicen la creación o aumento de impuestos.
“Esto abre el debate si en el futuro serán necesarias nuevas modificaciones tributarias o de carácter fiscal para incrementar la recaudación”, dicen analistas del CIEP en el reporte “Implicaciones del Paquete Económico 2017”.
Además, en el caso de no concretarse las expectativas de crecimiento económico del Gobierno, la estimación de los ingresos tributarios también estará en peligro, ya que el número de contribuyentes y el consumo serían afectados.
“Todos los estimados de finanzas públicas se encuentran basados en un crecimiento puntual de 2.5% para 2016 para México, de no presentarse este escenario, los ingresos tributarios no reaccionarían de la forma prevista”, dice Pamela Díaz, analista de Grupo Financiero Ve por Más.
Una menor recaudación implicaría menores ingresos para el gobierno federal que de por sí ya debe enfrentar la caída de los ingresos petroleros los cuales representan alrededor del 20% de la recaudación total.
Por lo pronto, Hacienda espera recaudar 1.42 bdp por concepto de ISR, esto es 10.2% más a lo estimado para 2016, mientras que por el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) espera recibir un total de 434,000 millones de pesos (mdp), un alza de 20.4%. Por recaudación de IVA, el fisco estima 794,100 mdp, un aumento de 3.6% frente a lo previsto en la LIF de 2016.