El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos abrió una nueva línea telefónica para los padres centroamericanos que piensan que sus hijos están en los albergues o centros de detención que el Gobierno federal abrió tras la avalancha de menores indocumentados.
Al llamar al número 1-800-203-7001, se pide a los padres o familiares, en español, dar el nombre del niño, la fecha de nacimiento, el lugar por donde cruzó (si lo saben) o si tienen algún número de expediente en caso de que hayan reportado el caso anteriormente.
Toda la información recogida se transfiere a la Oficina de Reasentamiento y Refugiados (ORR), quien se encarga de comunicar con los familiares al momento de identificar donde están los menores.
Las autoridades migratorias anunciaron que ya han localizado hoy a los niños Ángel y Dulce Rosales, de 10 y 7 años, respectivamente, hijos de una pareja guatemalteca que desconocía en qué centro de detención se encontraban después de ser arrestados tras cruzar de manera ilegal la frontera con México.
En medio del afán para reunirse con sus hijos, el matrimonio Rosales fue uno de las primeros usuarios de la nueva línea de la ORR, creada por el DHS.
A la vez, la Oficina puso a disposición de los padres y familiares la pagina web uacportal.org en donde también pueden ingresar los datos del menor.
Crisis humanitaria
Este nuevo recurso se implementa semanas después de que el presidente Barack Obama reconociera “que hay una crisis humanitaria en la frontera”, debido al incontrolable ingreso de menores sin acompañante adulto por la frontera con México, la mayoría de ellos cruzando por el Valle de Río Grande en Texas.
“Nosotros pusimos el número en nuestra página de Facebook para que los padres también puedan contar con ese recurso, si saben que sus hijos cruzaron y no saben que pasó con ellos”, manifestó hoy la cónsul de Guatemala en Phoenix, Jimena Díaz.
No obstante, agregó, que los familiares pueden seguir contactando los consulados más cercanos a la ciudad donde residen porque todos están trabajado coordinados para ubicar a los niños si se encuentran en una de las ciudades fronterizas.
La semana pasada, se informó que los requisitos para que los padres o patrocinadores de menores inmigrantes puedan reunificarse con ellos habían cambiado; no obstante, ahora, ante la preocupación manifestada por defensores de los inmigrantes de que la falta de supervisión pudiera poner en riesgo a los niños, el Gobierno federal indicó que reanudó la práctica de tomar las huellas digitales a personas que no son familiares y se ofrecen a cuidar a los menores.
El vocero de la Administración de Niños y Familias, Keneth Wolf, indicó que se retomó la política anterior y que sólo los padres, madres y guardianes legales están exentos de tomar las huellas digitales para reclamar a un menor.
Por su parte, la cónsul de Guatemala explicó que dentro de los requisitos está que los padres o patrocinadores deben presentar un comprobante de ingreso para asegurar la protección económica del menor.
Texas toma sus propias medidas
Según el gobierno de Texas, el número de menores centroamericanos sin acompañante detenidos en la frontera en las últimas semanas, es de 34 mil, una cifra que supera la del año anterior que fue de 28,352.
Las estimaciones afirman que se podría llegar a los 90 mil menores para el 30 de septiembre cuando termina el año fiscal.
Al ser preguntado por una actualización de los números, el vocero de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en Texas señaló que todavía no se pueden hacer públicas.
Ante la avalancha de inmigrantes ilegales por Texas, el gobernador, Rick Perry; el vicegobernador, David Dwhurst y el presidente de la Cámara de Representantes, Joe Straus, autorizaron al DHS a garantizar la protección de los tejanos.
Para esto se destinarán alrededor de 1.3 millones de dólares semanales para financiar estas operaciones fronterizas, que se realizarán hasta finales del 2014, lo que podría superar un gasto de 30 millones de dólares.
“Texas no puede permitirse esperar a que Washington actúe en esta crisis y nosotros sentarnos ociosamente mientras la seguridad de nuestros ciudadanos es amenazada”, indicó Perry en un comunicado.
“Hasta que el Gobierno federal reconozca el peligro en el que está poniendo a nuestros ciudadanos con su inacción para asegurar la frontera, las fuerzas de seguridad de Texas deben hacer todo lo que puedan para mantener a nuestros ciudadanos y comunidades seguras”, agregó el gobernador.
Fuente: EFE