La zona de Dallas-Fort Worth se ha convertido en un área clave de control y centro de movimientos para el tráfico de drogas ilegales en Estados Unidos. Ahí operan seis cárteles mexicanos, según reportes del Departamento de Seguridad Pública de Texas, la Agencia Antidrogas (DEA) y el Departamento de Seguridad Interna de Estados Unidos (DHS).
Steven McCraw, director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, dijo que los cárteles mexicanos son la mayor amenaza para el estado, ya que operan seis de las organizaciones más grandes: Zetas, del Golfo, Sinaloa, los Beltrán Leyva, La Familia y el Cártel de Juárez, publica El Universal.
De acuerdo al rotativo, el área de Dallas Fort Worth está ubicada a 644 kilómetros de la frontera con México, pero su red carretera y de trenes se ubica como una zona clave para el comercio y punto vital para las organizaciones del narcotráfico de México, señaló un vocero de seguridad pública texano.
“En los últimos seis años los cárteles mexicanos han expandido sus actividades ilegales de narcotráfico a extorsión, secuestro, tráfico de ilegales, robo de combustible, lavado de dinero, robo de vehículos, tráfico de armas, y corrupción, explicó McCraw.
“El área norte de Texas, conocida como la de mayor intensidad de tráfico de drogas, está formada por 15 condados texanos, la mayoría ubicados en Dallas Fort Worth considerada la zona metropolitana más grande en tamaño y en población”, según El Universal.
Además de que abarca seis condados del estado de Oklahoma que incluyen el condado de Oklahoma y Tulsa con la mayor población, señala el Análisis del Mercado de Drogas en el área de mayor intensidad de narcotráfico en el norte del territorio texano.
“Los narcotraficantes, especialmente los procedentes de organizaciones mexicanas continuamente ajustan sus rutas de tráfico para evitar aseguramientos en las principales carreteras del área de mayor intensidad de tráfico en el norte de Texas, dijo el vocero”, de acuerdo al texto.
Según la DEA, a través del sistema carretero de los cuatro estados fronterizos con México, desde California, Arizona, Nuevo México y Texas, los cárteles están utilizando la red carretera para trasladar la droga utilizando tráilers que llegan hasta bodegas donde la mercancía es almacenada y posteriormente es colocada en vehículos de menor tamaño para desplazarse por rutas preestablecidas conocidas por las autoridades como de alto tráfico de drogas.